MENOS mal que en esta ocasión ha estado ágil el Gobierno y ha puesto en marcha las lanzaderas del AVE a Málaga casi desde primera hora, poco más de un mes después de la inauguración oficial de este trazado. En la memoria de todos están las protestas reiteradas de quienes trabajan en Sevilla y viven en Córdoba, o viceversa. En aquel momento el Gobierno de turno hizo oídos sordos a una realidad demostrable que se sustentaba, además, con sobre el agravio de los vecinos de Ciudad Real y Puertollano que gozaban de esta ventaja ferroviaria con Madrid. La ventaja de estas lanzaderas a Málaga es que con la misma duración de 65 minutos se amplían el número de conexiones con la capital de la Costa del Sol. El AVE ha llegado a Málaga, sí, y pronto lo hará a Barcelona, y Córdoba volverá a estar perfectamente situada para beneficiarse de las mejoras ferroviarias.