PUES siguen las buenas noticias para el barrio, y que duren, que estamos que nos salimos del pellejo, ole que ole, que así da gusto, y lo que haga falta. El otro día presentaron lo de la Noche del Flamenco y resulta que San Agustín también va a tener su trocito de actuación, y una cosa de las buenas, que Marina Heredia tiene un vozarrón que quita el sentido. La disfrutaremos como se merece. Yo no sé la de años que llevamos con esto del Flamenco desde que lo empezara Queco, que ya ni me acuerdo de cuando fue. La pila de años, pero tela. Yo tengo buena memoria para las cosas y para las caras, pero para las fechas no doy una. Ya ves tú, me acuerdo de cuando Queco actuaba con su hermano, que si no era gemelo o mellizo le faltaba poco, porque se parecían una hartá. Entonces se hacían llamar Los Quecos, y eran como los Pecos, que eran los que estaban de moda entre las nenas por entonces, pero en versión rumbita o algo parecido, si mal no me acuerdo. Yo los vi actuar alguna vez, por el barrio, y también en los Salesianos, que antes montaban una pequeña feria por mayo que era todo un lujo, que te lo pasabas la mar de bien. Pero vamos a lo que vamos, que ya voy por Úbeda pasando por Fuengirola, una cosa mala, que a la primera me desvío y se me va la hebra, y no creo que sea esa la cuestión, digo yo. Que eso, que lo de la Noche del Flamenco es una de esas cosas que gustan tanto y que traen a tanta gente de fuera, que los hoteles se nos quedan pequeños y eso es un auténtico gusto, pero de los grandes.

Es un detalle por parte del Ayuntamiento que se haya acordado otra vez de San Agustín, aunque tampoco me extraña, y es que la plaza se ha quedado de exposición, vaya cosa linda, que muchos vecinos todavía no se lo creen. En fin, que es bueno que los barrios tengan su protagonismo, que Córdoba es mucho más que los Tejares y el Plan Renfe, faltaría más, que eso lo sabe cualquiera. Pero hasta que llegue el Flamenco, tenemos mucho que hacer, pero tela marinera, espero que también caiga celebrar una victoria del Córdoba, que vaya rachita chunga que llevamos. Porque ya no es regulera, ya ha pasado a chunga, que es más grave, y lo que espero es que no cambie de color. En fin, que ya me despido, que hoy hemos organizado una caracolada en casa de un amigo y ya les contaré la semana que viene, porque espero que haya mucho que contar, que lo contrario sería lo peor de lo peor, aunque ya me extrañaría a mí. Pues nada, a cantar goles o por bulerías, como a usted más le convenga.