La Gloria de San Agustín
Rafalete ·
De todo un poco
Punto de vista
El mes de septiembre no es el mes de las alegrías, pero para mí tanto el presidente del Gobierno como el líder de la oposición han procurado con sus intervenciones alegrarlo o, por lo menos, sacarlo de la inoperancia habitual. Para Feijóo, en este debate, el presidente del Gobierno se convirtió en jefe de la oposición, bronco y nervioso. Le acusó, incluso, de ocupar el cargo por decisión de las empresas. En general, el presidente no ha tenido buenas críticas por su actuación en el debate, incluso de comentaristas que siempre le alaban.
Lo que puede alegrar este mes de septiembre es la celebración de la gesta de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, que hace 500 años dieron la vuelta al mundo. Ha estado a cargo de la Marina española que preparó una parada naval y aérea en homenaje a Elcano, en aguas de Sanlúcar de Barrameda, con la presidencia de S.M. el Rey, el presidente de la Junta de Andalucía y otras autoridades. La revista naval contó con 12 buques, aviones y helicópteros.
Tuvo lugar además, un homenaje a los caídos a lo largo de la expedición, que se cobró muchas muertes, porque solo sobrevivieron 18 de los 239 que salieron de Sanlúcar. "La inigualable gesta de estos marinos que nos precedieron, representa un preciado ejemplo que debe inspirar a las generaciones que heredamos su legado y merece nuestro más sincero homenaje". Este es el texto que se leyó al final de la jornada junto a la antigua "boya del perro" y rebautizada como Elcano y que es el lugar tradicional de recalada de todas las embarcaciones que navegan por la zona. También se hizo recuerdo de la iniciativa de Elcano que tras dos años de viaje escribiría a Carlos V para dar noticias de su azaña y, además, rogaba la liberación de sus compañeros apresados por Portugal y en la petición se vanagloriaban "que hemos descubierto y dado la vuelta a toda la redondez del mundo". También por Pigafetta , que quiso embarcarse para satisfacer su curiosidad, según escribe Manuel Gregorio González en su articulo, por el que conocemos a los gigantes patagones. Carpentier en los años sesenta utilizaba las cartas de Cortés a Carlos V para explicar su teoría. Gracias a Pigaffeta sabemos de la accidentada totalidad del viaje.
En el buque insignia de la Armada iba una representación del cuerpo diplomático de los países visitados por la expedición y de las nacionalidades que formaron parte de la aventura. La gesta que comenzó en 1519, terminó tres años después y de ella debemos sentirnos orgullosos todos los españoles y, en especial, los gaditanos.
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