La Gloria de San Agustín

Rafalete

Andalucía, casi nada

Puede que lo nuestro sea lo mejor, pero que lo de los demás también es bueno y se disfruta igualmente

Un grupo de niños ondea la bandera de Andalucía.

Un grupo de niños ondea la bandera de Andalucía. / E. P.

Qué bien lo pasamos el pasado miércoles, el Día de Andalucía, que nos fuimos a la parcela de una prima de Soraya, allí por Alcolea, y echamos un rato de los muy buenos, que tuvimos de todo. Y encima nos salió el arroz del perol como pocos he comido, pero tela, y solo con unas costillas, que vaya cómo sabía aquello.

Si me gustó lo que comimos, que nos hartamos de todo, yo creo que más me gustó la variedad de gente que nos juntamos allí. Porque la prima de Soraya es de Málaga, pero está casada con un hombre de Cádiz, que es muy serio pero muy simpático al mismo tiempo, que también puede ser. Y también había un sevillano, dos de Huelva y una mujer de Jaén, vamos, que casi había de toda Andalucía. Y escuchándolos hablar, y de las cosas que hablaban, hasta de lo diferente que llaman a los pescados o a algunas comidas, me di cuenta de lo distintos que podemos ser los andaluces, aunque en el fondo seamos muy parecidos.

Y yo sé que esto que estoy diciendo no tiene mucho sentido, pero es que a veces pasan estas cosas en la vida, y no sé si me estoy explicando. Que a veces nos encerramos mucho en lo nuestro, y yo no soy el mejor ejemplo, y dejamos pasar lo que tenemos alrededor, porque lo probamos poco, o nada, empeñados en que lo nuestro es lo mejor. Y puede que lo nuestro sea lo mejor, pero que lo de los demás también es bueno y se disfruta igualmente, o de eso me di cuenta el otro día.

Porque el chicharrón de Cádiz que probé el otro día estaba de saltarse las lágrimas, y lo mismo me pasó con el salchichón de Ronda, en Málaga, que vaya cosa más buena, y ya no digo nada de la mojama que trajeron de Huelva, que anda que no me acordé de mi padre, que siempre decía que era el jamón del mar y que le gustaba más. Y lo que nos reíamos cuando decíamos pego y no se enteraban, o con el illo del sevillano, al que todos le decíamos miarma para fastidiarlo, pero en broma, para reírnos, que el sevillano era el primero en reírse.

En fin, que echamos un buen día el 28 de febrero, que yo creo que sin querer celebramos el día de Andalucía de la mejor manera. Y es que lo mejores planes, como se suele decir, salen mejor cuando menos se preparan.

Aunque hay otros que se preparan y salen la mar de bien, como los últimos partidos del Córdoba, que se notan que están bien entrenados, que vaya cómo estamos jugando ahora. Pues que dure, y que tengamos opciones de lo que sea hasta el final.

Y lo mismo digo del Futsal, que vaya partidazo en Jaén, que yo creo que jugaron mejor que nunca. Pues eso, que de alegrías nunca nos vamos a cansar, y que sigan llegando.

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