El miércoles invitamos a desayunar a Soraya para celebrar el Día de la Mujer, y anda que no se puso contenta, pero tela, porque no se lo esperaba. Por suerte, las cosas están cambiando, y ya cada vez son menos los hombres que escuchas diciendo tonterías y pegos, que ni vienen a cuento ni son verdad.

Soraya, que sabe de todo y un poco más, nos estuvo contando porqué se celebra el 8 de marzo el Día de la Mujer, y muchas de las cosas que han pasado hasta llegar aquí. Y la verdad es que no hemos sido justos con las mujeres, que siempre las hemos querido tener en un segundo plano, y nada más que por beneficio propio, que eso es tal y como lo estoy contando. Menos mal que ya muchas han cambiado, porque no era lógico que cobraran menos o que no pudieran llegar a ciertos puestos de trabajo, nada más que por ser mujeres.

Porque además, si se para a pensarlo, es de género tonto desperdiciar a la mitad de la población, sobre todo cuando en el colegio y en la universidad sacan mejores notas que los hombres, porque eso es así y no hay quien lo discuta. Yo este día me acuerdo mucho de mi madre, que en este tiempo hubiera llegado a lo que le hubiera dado la gana, porque era lista e inteligente a más no poder, pero le tocó vivir en un tiempo en el que las mujeres como que no podían, y menos si venían de una familia humilde como la mía. Esos tiempos que por suerte ya han pasado y esperemos que no vuelvan.

El pasado domingo temimos y mucho que el Córdoba perdiera el partido, porque la verdad es que otra vez dio la peor cara y la nada de fútbol, que yo no sé si llegó a tirar a puerta alguna vez. Un desastre, y menos mal que nos llevamos un puntito, que hasta me parece mucho para lo poco que hicimos. En fin, que el ascenso directo como que ya lo veo como un sueño casi imposible, porque la verdad es que no le veo mejoría a esto, que cada vez nos alejamos un poquito más. Y encima los de arriba van como un auténtico tiro. Pues nada, que a lo mejor lo que nos toca es quedarnos en esta categoría y ya está, porque méritos es lo que estamos haciendo.

Tendría que tener este equipo la fuerza que han tenido muchas mujeres, como mi madre por ejemplo, para ir hacia adelante con todo a cuestas, la familia, la casa, los padres y lo que le echaran, que a fuertes no había quien les ganara. Esperemos que la cosa cambie y que no sean ciertas las cosas que se cuentan por las barras de los bares, que no me gustaría que eso fuera así, aunque en esto del fútbol cualquier cosa es posible. Habrá que seguir teniendo esperanza, eso siempre.

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