La muerte de Mila Ximénez, colaboradora de Sálvame, debido a un cáncer de pulmón, conmocionó al equipo del programa. A pesar de la sorpresa y del dolor, el espacio emitió un especial dedicado a la tertuliana el mismo día de su desaparición, cuando su hija y sus tres hermanos aún intentaban asimilar su pérdida, a escasas horas de su último suspiro. ¿Fue un esfuerzo de profesionalidad, un grito desesperado, o un programa innecesario? Opiniones habrá para todos los gustos, pero ninguna cadena, salvo Telecinco, se plantea tamaño arranque de admiración con unos compañeros y amigos aún rotos de pena por la noticia.

Jorge Javier Vázquez, íntimo amigo de Ximénez, confesó que todos estaban en shock y que "no tenían mucha conciencia de lo que estaban viviendo", pero que seguro que ese momento marcaría "un antes y un después en la historia de Sálvame". Mila Ximénez, antes de enfermar, trabajaba cinco días a la semana en Sálvame; en total participó en 2.100 entregas de sus más de 3.000 emisiones. Era una habitual, no hay duda, y recibió el homenaje que hubiera querido, tampoco lo pongo en tela de juicio. Pero subyace algo macabro cuando, ante un fallecimiento tan reciente, se entabla una tertulia en un plató sobre la persona, no sólo sobre el personaje televisivo.

"Hoy es el día más triste de la historia de Sálvame porque hemos perdido a nuestra compañera y amiga a Mila Ximénez". Así comenzaba el presentador un programa que, debido a la emisión de la Eurocopa, no estaba previsto, pero dada la gravedad de la situación se pensó que este sería el homenaje idóneo a su colaboradora más carismática.

"Estamos en su plató para recordar a una persona generosa, buena, irrepetible e inolvidable que dio su vida por entretenerles y hacerles felices. El periodismo y la televisión están de luto", continuó Vázquez entre lágrimas y con la voz entrecortada.

Para Mila aparecer en un programa como éste fue el premio a su trayectoria en los medios, una carrera que comenzó como personaje, cuando era la mujer de Manolo Santana y formaba parte dela jet set marbellí, y concluyó como periodista sin carrera pero con experiencia y sapiencia demostradas en los ruedos de la prensa rosa.

En la azotea de Mediaset se inauguró también el viernes un mural con su sonrisa, amplia y segura, y la cantante Merche le dedicó un tema. El plató del formato desde ahora llevará el nombre de Mila Ximénez. Un tributo que no me toca a mí juzgar, porque era una persona sincera, directa y poderosa, cualidades dignas de admirar, sea en una persona fallecida o viva. Mila formará parte ya para siempre de la leyenda de Sálvame.

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