El asma infantil

Siempre que esté bien controlada, es posible disfrutar de una calidad de vida normal

El aumento de las alergias está considerado por los expertos como la epidemia del siglo XXI. El asma es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia y tiene una prevalencia del 10% en la población pediátrica española, según la red española de grupos de Asma en pediatría.

Julio Maset, médico de Cinfa, afirma que "esta patología respiratoria constituye uno de los principales motivos de absentismo escolar y también puede reducir de manera muy significativa la calidad de vida de los pacientes y sus familiares. Por este motivo, es muy importante llegar a controlarla".

La causa del asma en niños es multifactorial y puede manifestarse ya en el primer año de vida, a lo largo de la infancia o, en algunos casos, en la edad adulta. La medida más eficaz para disminuirlo es reducir la interacción con aquello que la provoca.

Los síntomas más característicos son la sensación de ahogo, tos, pitos o silbidos en el pecho al respirar -conocidos como sibilancias- y la secreción de un moco viscoso y espeso, difícil de expulsar. Las circunstancias que pueden desencadenar esta dolencia respiratoria son numerosas. Tal y como recoge el servicio de alergias pediátricas del Hospital General de Catalunya del grupo Quirónsalud, entre las causas más frecuentes de una alergia respiratoria se encuentran los ácaros del polvo doméstico que se reproducen en primavera, momento en el que hay rebrotes de rinitis y asma en los niños alérgicos. Además, también puede desencadenarla el humo del tabaco, los olores intensos o la práctica de actividad física.

En este sentido, una vez se conocen los alérgenos que pueden desencadenar el asma, deben implantarse medidas de control ambiental que impidan que el menor respire sustancias que irriten sus bronquios. También se suele instaurar un tratamiento farmacológico que se toma mediante inhaladores, y en algunos casos -nunca en menores de cinco años- pueden administrarse paralelamente tratamientos que contengan el alérgeno responsable para desensibilizar al niño, en un proceso que se conoce como inmunoterapia. "Para el correcto manejo del inhalador es fundamental que los padres y cuidadores reciban una correcta formación por parte del profesional sanitario y luego enseñen al niño a hacerlo", recomienda el doctor Maset. Posteriormente, según vaya creciendo el menor, se puede cambiar a un inhalador de polvo seco. Algunos de los consejos que recomiendan los expertos para mantener bajo control el asma son dar la medicación como paute el pediatra, aprender a reconocer las crisis e introducir en el día a día ejercicios respiratorios. Asimismo, no debemos olvidar dejar de fumar en su presencia, evitar los alérgenos que más le afecten como el polvo, y realizar deporte pero con precaución. Siempre que el asma esté bien controlada y sea estable, un niño asmático puede viajar como cualquier otra persona.

En definitiva, aunque ésta es una enfermedad crónica que no tiene cura, los padres del niño con asma pueden llegar a controlar los síntomas para que disfrute de una calidad de vida similar a la de quien no tiene este problema. Es lo que hay. Seguro.

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