El Íbex 35 cerró la semana con un descenso del 0,75%, lo que llevó al selectivo a situarse en los 9.573,6 enteros. Ayer, el índice descendió un 0,09%.

La semana estuvo marcada principalmente por la tensión geopolítica, generada por el ataque de Estados Unidos a Irán, y que provocó que los mercados de renta variable mantuvieran un tono volátil

En el Íbex 35, la atención se centró en el comportamiento del sector bancario. La formación de Gobierno en España generó ciertas dudas en los inversores acerca de la futura política fiscal que podría impactar en las cuentas de bancos, socimis y eléctricas.

Desde el pasado martes, día en que fue investido Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, valores como Bankia, Bankinter o Caixabank comenzaron a perder fuelle hasta acumular pérdidas semanales del 3% de media.

Por contra, destacó el comportamiento alcista de IAG. La aerolínea, tras recibir el impacto negativo del rebote del petróleo, aprovechó el repliegue del barril de Brent y la mejora de previsiones de Ryanair para elevarse por encima del 7% y convertirse en el mejor valor del índice en la semana.

En el resto de bolsas europeas, el Ftse 100 de Londres cedió un 0,14% y el Cac 40 de París y del Dax de Fráncfort con caídas del 0,09%. Por su parte, Milán terminó con un ligero ascenso del 0,02%.

El precio del barril de petróleo de calidad Brent se situó en 65,47 dólares, tras acelerarse durante la semana hasta los 71 dólares, mientras que el Texas se colocó en los 59,39 dólares.

La prima de riesgo española se rebajó a 63 puntos básicos, con el interés exigido al bono a diez años en el 0,435%, mientras que la cotización del euro frente al dólar subió a 1,1118 billetes verdes.