La Gloria De San Agustín

Sabor a mantecados

Rafalete

26 de noviembre 2023 - 00:30

Lo del tiempo es una cosa que yo nunca podré entender, lo digo de verdad. Lo rápido que pasa a veces, y lo lento que va otras. Hay que ver lo largo que fue septiembre, que parecía que no iba a acabar nunca, y sin embargo octubre y noviembre han sido un suspiro, que cuando nos hemos querido dar cuenta ya estamos en diciembre.

Y tanto que ya estamos cerca de las fiestas, que en casa de mi hermana ya hemos abierto la primera caja de mantecados, que pronto hemos empezado y luego es un no parar. Pero que todo es ponerse, que el primero te lo comes como extrañado, pero que luego el resto ya van entrando solos, y encontrando su sitio. Lo que ya sabemos todos.

En casa de mi hermana no le hacemos ascos a ninguno, la verdad sea dicha, que nos dan igual los modelos y sabores. Que yo sé que en casa de algunos amigos los de canela, limón o los roscos de vino duran hasta el verano, que Soraya se llevó un puñado para Trassierra, cuando nos subimos en agosto. Pues en mi casa no pasa eso, sobre todo porque los cogemos sin mirar, el que nos toque, que bueno está. Porque la verdad es que me gustan todos, hasta diría que uno de mis favoritos son los roscos de vino, que muchos le tienen tanta manía.

A mí me encantan, que ese toque durito que tienen me gusta mucho. Yo no sé si eso es de muy viejos y ya no se hace, pero en casa de mi hermana seguimos aplastando los mantecados, para que nos salgan duritos cuando le quitamos el papel, que se lo vimos hacer a nuestros padres y ahí seguimos.

Según he leído en mi Día, este año la cabalgata de los Reyes Magos acaba con una fiesta en el Alpargate, que la verdad que puede quedar muy bien, y además que nos pilla de mano, que la tenemos a tiro, solo hay que recorrer la calle Montero.

Todavía recuerdo cuando al lado del Alpargate ponían el corral con los pavos por estas fechas, que los pobres cara de fiesta, precisamente, no tenían. Más de una vez fui con mi padre a comprar uno allí, que no se pueden imaginar el espectáculo que montábamos luego en casa, y eso que mi madre era la mar de habilidosa. Y todo lo aprovechaba, todo, que de un pavo sacaba seis o siete comidas y todas riquísimas, lo que yo les diga.

En fin, que la cosa se acerca y ya tenemos los sabores en la boca, y ya mismo tenemos hasta los portales y los árboles montados en nuestras casas, que son bonitas esas tradiciones. Ya mismo están los de mi barrio organizando las fiestas, que tampoco yo me quedo atrás, que eso es así. Que como me dice tantas veces mi hermana, me apunto a una ronda de aspirinas.

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