Carmen Pérez

Presiones salariales

Tribuna Económica

16 de junio 2023 - 00:15

Como se esperaba, en la reunión de ayer la Reserva Federal, Fed, tomó la decisión de mantener los tipos de interés del dólar en el mismo rango que el anterior (5,00-5,25%). Ayer, sin embargo, y como también se esperaba, el Banco Central Europeo, BCE, subió otro cuarto de punto los tipos oficiales, dejando el principal de financiación en el 4%.

En EEUU, la inflación sigue elevada y el comportamiento de las principales magnitudes macroeconómicas no muestran que esté para nada controlada: la actividad económica ha seguido creciendo a un ritmo moderado, el aumento del empleo ha sido sólido en los últimos meses y la tasa de desempleo se ha mantenido baja. A pesar de ello, la Fed se ha tomado un descanso. Detrás de esa decisión puede encontrarse que allí los bancos son muy sensibles a las subidas de tipos de interés y han preferido contener la crisis bancaria que enfrentan. No obstante, y al tiempo de esta parada, la Fed avanzó dos pequeñas alzas más en lo que queda de año.

En Europa, la inflación ha experimentado mejoría. Se situó en el 6,1% en mayo, muy por debajo del pico del 10,6% que alcanzó a finales del año, pero sigue siendo muy alta. Por su parte, la subyacente, aunque descendió al 5,3% frente al 5,6% de abril, sumando dos meses consecutivos de caídas, se mantiene firme en niveles aún elevados. La presidenta, Christine Lagarde, lo dijo claro en un discurso reciente: “no hay evidencia clara de que la inflación subyacente haya tocado techo”.

La moderación de la inflación ha venido de la mano del buen comportamiento –contra todo pronóstico– de los precios de la energía. Lo que motivó en gran manera el crecimiento espectacular de los precios está ayudando ahora al BCE en su tarea. Pero la inflación, una vez desatada, toma su propia dinámica: el mercado laboral se ha convertido ahora en un escollo para combatirla. En palabras de la presidenta en otro discurso reciente: no hay que obviar “las implicaciones de la solidez del mercado de trabajo para el ritmo de desinflación”.

Y es que falta mano de obra, los salarios muestran una tendencia al alza y los trabajadores presionan para reducir las horas de trabajo. Después de haber aguantado el chaparrón desde inicio de 2022, los trabajadores están intentando recuperar poder adquisitivo: “Los mercados laborales de toda la zona del euro están ajustados y los trabajadores tienen un poder de negociación considerable, que están empezando a utilizar para recuperar estas pérdidas”.

La política restrictiva desarrollada por el BCE va poco a poco surtiendo su efecto. Recordemos que el mecanismo de transmisión es a medio plazo. Los mayores tipos de interés están haciendo mella en la demanda y en la oferta de crédito, el consumo se mantiene bien, pero empezará a resentirse ahora que la balsa de ahorro ya se ha secado. De hecho, la Eurozona ha entrado en recesión técnica en el primer trimestre de este año y no es descartable que se mantenga para el segundo trimestre. Aun así, quedan subidas de tipos por hacerse. La presidenta lo repitió ayer de nuevo: “El viaje no ha terminado”.

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