La Princesa de Asturias está hecha una mujercita. Su confirmación, el último viernes, ha sido el momento perfecto para presentarnos su nueva imagen, unos cambios muy sutiles en su aspecto que, si bien son lógicos a sus 15 años, la primogénita de los Reyes nos los muestra tan a cuentagotas que generalmente nos pasan desapercibidos.

Además de lucir tacones, por tercera o cuarta vez en un acto oficial, la princesa Leonor se ha cortado un poco su larguísima melena, se ha puesto mechas claras y se está empezando a maquillar. Sí, a maquillar. Nadie diría que iba maquillada pues el rímel y el rubor rosado eran los únicos retoques que se apreciaban en su posado oficial tras recibir la confirmación, sobre todo detrás de la mascarilla.

La primogénita de Felipe VI y Letizia se encuentra en un momento crucial de su vida, en el que cualquier paso en falso que dé puede ser criticado y le perseguirá toda la vida. Ella lo sabe y de ahí que poco a poco tantee a la opinión pública y haga los cambios tan graduales. Siguiendo los consejos de su padre, por supuesto, pero también de Doña Letizia, una experta en comunicación social a través de su imagen.

Los 15 años es una edad difícil de compaginar con su trabajo de princesa y heredera al Trono de España. No es una niña, pero tampoco una mujer. Y las estridencias del modo de vestir de una adolescente no le están permitidas. Entonces, ¿qué se pone? Porque ¿se imaginan a la hija de los monarcas vistiendo un chandal al estilo Rosalía? O su manicura de uñas infinita.

En este sentido su hermana, la infanta Sofía, tiene mayor libertad y se permite un diseño con aires boho, incluso hippie. Pero la imagen que proyecte Doña Leonor tiene que ser, siempre, más formal.

Lo mismo le ocurren a otras princesas de la realeza europea. Por ejemplo, a las hijas de Guillermo y Máxima de Holanda. Ellos tienen tres hijas, a cual más distinta. La mayor y, por tanto, heredera, Amalia, es más clásica vistiendo, más recatada y formal. La mediana, Alexia, refleja en sus estilismos que es toda una influencer, al tanto de las últimas tendencias y lo que más le favorece, dentro del estricto protocolo de palacio, claro está. La pequeña, Ariadna, tiene aún 14 años y eso se traduce en sus looks mucho más infantiles.

Doña Leonor se encuentra en plena transición, a la búsqueda de una imagen que la defina, como mujer y como princesa que algún día se convertirá en reina. En ese proceso de prueba-error, tiene como aliada a su madre, la Reina Letizia; no en vano se la considera una de las soberanas más elegantes de Europa. Como asesora no se podría tener a nadie mejor.

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