Análisis

la gloria de san agustín

Gasolina y Antequera

No se pueden imaginar todo lo que soltó por la boca mi cuñado el otro día después de ponerle gasolina el coche, que estuvo gritando un buen rato, que el cabreo le sigue durando, y yo creo que ya han pasado tres o cuatro días. Lo entiendo, que cuando me contó lo que le habían cobrado yo no podría ni cargar un mechero, vaya cosa exagerada.

El presidente ruso, el Putin, está fastidiando y mucho a los ucranianos, que no hay derecho a lo que está haciendo allí, que la gente tiene que irse de sus casas para seguir viviendo, pero que a nosotros también nos está fastidiando con el precio de la luz y de la gasolina, y es que mucha la traemos de allí. Yo no comprendo que todavía haya guerras, que la gente no sea capaz de entenderse hablando, utilizando las palabras, que es lo que debería ser, porque es lo más lógico. Porque las palabras te pueden molestar, te pueden sentar mal, pero no te pueden matar. Las balas y los cañones sí que matan.

Y aunque vivamos las guerras a distancia, como todas las de los últimos años, por eso no podemos dejar de sentirnos mal, porque lo mismo que le está pasando esa gente nos puede pasar a nosotros, que nos confundimos cuando nos creemos que a nosotros nunca nos puede tocar. Crucemos los dedos y tengamos los ojos abiertos, que aunque es complicado es mejor estar atentos. Mi cuñado dice que no, pero que con los precios lo vamos a pasar durante un tiempo muy mal, que no tiene buena pinta.

Este fin de semana hemos convertido, según tengo entendido, Antequera en una nueva Córdoba, y es que se nos da bien frecuentar localidades malagueñas. Pero esta vez no ha sido como nos sucede con Fuengirola, que es casi una Córdoba de la costa, por el mar y por la temperatura, que la verdad es que allí se está la mar de bien. A Antequera le ha pasado porque juega allí nuestro Córdoba y yo no sé la de coches y la de autobuses que van para allá, una cosa mala, de verdad. Y aunque habiendo descendido hay mucha gente que se está enganchando otra vez con el Córdoba, que está pasando algo muy parecido a lo que sucedió cuando bajamos a Tercera y ascendimos en Valdepeñas, que es uno de los recuerdos más bonitos de mi vida, sobre todo ese viaje en tren. En fin, que la semana ha tenido sus momentos fastidiados, pero también sus momentos agradables, que son los que nos tenemos que quedar, puestos a elegir.

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