Jornada de fuertes rebotes que alivia los significativos descensos de estas dos últimas semanas. Desciende también la volatilidad, en un entorno, no obstante, muy incierto. Son cada vez más frecuentes las noticias en cuanto a los embargos energéticos de EEUU e Inglaterra, que incluyen la compra de petróleo ruso. Europa, por el contrario, sigue sopesando esa decisión por la fuerte dependencia al gas, pero se siguen buscando fórmulas para acometer sanciones de este tipo a Rusia lo antes posible.

Dicho embargo podría tener consecuencias muy negativas para los precios energéticos al restringir aún más una oferta que se sitúa ya muy por debajo de la demanda. Para ello, la Comisión Europea ha estudiado la posibilidad de una mutualización de la deuda con una emisión de bonos europeos para financiar la crisis energética y los efectos de la guerra. La desescalada, por tanto, parece estar aún lejos de producirse en el corto plazo a pesar del rebote.

En Asia, los principales índices bursátiles cerraron con pérdidas, mientras que en Europa ha imperado el verde. Así, el Eurostoxx subió un 7,44% mientras que el DAX cerró en un +7,92%.

El Íbex 35 finalizó por encima de los 8.100 puntos tras subir un 4,88%, con subidas destacadas como las de IAG (+9,66%), B.Sabadell (+8,68%) y BBVA (+8,67%). En contraste, en terreno negativo, las mayores caídas se han situado en Repsol (-3,20%) y Siemens Gamesa (-2,52%).