En esta historia coral de MasterChef 8 ya todo ha quedado un poco más claro. El villano por excelencia, que estaba en contra de todos los demás, el mallorquín José Mari, ha dicho adiós por todo lo alto: por deconstruir un postre de chocolate de capas diversas que se le engollipó. Ni siquiera se le montó la nata. El malo de esta edición, especialista en echar las culpas a los demás (como un buen político manta) y echar cizaña, se le acabó el crédito y haber entregado el pin antes de tiempo

Y están los demás, todos finalistas aunque algunos con más razones para alcanzar la gloria que otros. Por ejemplo, la gesticulante Luna, está ahí casi por regalo. No le recordamos aún una elaboración en condiciones y en las pruebas por equipos se esconde tras el burladero. Este lunes lo hizo con unas "papas suflés", que ni siquiera se le abollaban. Sospechamos que el jurado le ha valorado más ser la pareja de Alberto, siempre inmaculado, aunque este lunes sufrió para salir adelante. La parejita parece llegar al broche como un simple viaje de novios.

Quienes se van a jugar el galardón son los otros tres, cada uno con su carácter. Ana, la primera en clasificarse con los caldos de Jordi Cruz (prueba saboreada por críticos de gastronomía), ha venido a demostrar una gran inteligencia emocional para brillar por sí misma y remontar sin caer en las provocaciones. Eligió como equipo para el menú de chefs solidarios a las malas hierbas, Andy José Mari. Jordi apercibió a éste por intentar minarle la moral a la ya clasificada y justificar a su vez su boicot contra Michael, eliminado dos lunes atrás.

Iván, el favorito, personifica la sincera honestidad: es decir, la seriedad unida a un tesón honrado. Y también está en la final Andy, el abogadooo, tan ambicioso como pueril, el más sobrado por esa actitud donde el ego se cofunde con la osadía insana. Cae bien sin querer aunque cualquier victoria de los demás (es decir de Iván, Ana o Alberto) será el triunfo de la buena voluntad. MasterChef va cerrando una edición donde fue más culebrón que talent.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios