Que nunca llueve a gusto de todos, eso lo saben hasta los chinos, porque eso es así, tal cual, y esta semana ha sido el mejor ejemplo. Y es que la otra mañana, por la radio, escuché a un agricultor diciendo que esta agua era gloria bendita, sobre todo para el trigo y esos cultivos, que ahora es cuando le viene de lujo. Los de los bares y peluquerías no piensan lo mismo, que la gente se queda en casa con la redecilla puesta en la cabeza y no gasta, eso es así.

Pero ya les digo yo, porque la cosa es así, que como siga lloviendo dentro de una semana para quien era bueno empieza a ser malo y al revés, que siempre nos pasa lo mismo con la lluvia, que eso lo he vivido ya unas cuantas veces. La verdad es que está cayendo tela marinera, pero tela, que a veces cae un manta que no se ve a tres metros, una cosa mala, que yo creo que las cosas con moderación son mejor, se disfrutan más y mejor, digo yo. Hablando de disfrutar, ahora viene una época muy disfrutona, de saborear las cosas a base de bien, y que yo creo que me acuerdo más de ellas por la que está cayendo, como si las echara más en falta. Y es que en nada estamos de Semana Santa y yo ya tengo unas ganas de torrijas y de pestiños que se me hace la boca agua solo de pensarlo, una cosa, loco que estoy por comerme unas docenas, como poco. Pero de momento tenemos que esperar un poquillo, y así le damos tiempo a que escampe la cosa, que todo no puede ser de golpe.

Quien ha hecho cosas nuevas es nuestro Reina Sofía, que vaya pedazo de hospital tenemos, uno de los mejores de España, que es mejor no ir, pero que si tenemos ir, vamos sabiendo que estamos en las mejores manos, que eso lo dice todo el mundo. A mis padres los trataron siempre de lujo, como si fueran de la familia, hasta cuando ya había poco que hacer, y eso siempre lo agradeceré. Pero voy a cambiar de tema, que lo mismo se me pone del revés el estómago y no creo que sea ésa la cuestión. Volviendo a lo de la lluvia, es como cuando la pelota no entra en el portería del contrario y entra en la tuya, que no digo yo que no podamos hacerlo, pero que sigue siendo muy difícil, pero difícil de verdad. Lo mismo pensábamos hace unos días, que nos veíamos ya con el grifo cerrado porque los pantanos estaban a punto de quedarse secos, y es que cuando se pone a llover uno no sabe cuando acaba. En fin, que no sé si me he explicado del todo o que me he quedado a medias, que tampoco sería lo extraño.

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