Toda la atención de los inversores se centró en el conflicto bélico en torno a Rusia y Ucrania, las sanciones anunciadas, la reunión entre las partes y los precios de las materias primas y sus cadenas de distribución. El sábado pasado se decidió por parte de Occidente de imponer a Rusia sanciones más duras, destacando en especial aquellas relacionadas con dejar fuera del sistema SWIFT a algunos bancos rusos. Se trata de sanciones más severas y amplias que las anunciadas los días anteriores, aunque faltan detalles por conocerse, como por ejemplo el listado de bancos afectados o si se van a implementar excepciones para que funcione el sistema de pagos para partidas de energía.

También los activos del Banco Central Ruso han sido congelados. De esta manera, dejará de tener acceso a buena parte de sus reservas de divisas. Las caídas en el rublo (perdió ayer más de un 20% contra el euro) y las salidas de capital llevaron al Banco Central Ruso a subir el nivel de tipos de interés del 9,5% al 20%. Desde el Gobierno ruso, aún no se han comunicado las decisiones que pretenden tomar, pero podrían decidir parar las exportaciones de energía como reacción ante las sanciones que les han impuesto, lo que incrementaría las ya elevadas presiones inflacionistas de Occidente.

La gran mayoría de índices globales registraron retrocesos importantes (Eurostoxx -1,17%, DAX 40 -0,73%, CAC 40 francés -1,39%), En España, el Íbex 35 cerró cerca de 8.500 (-0,09%). Las mayores revalorizaciones han sido las de Siemens Gamesa (14,40%) y Solaria (10,80%) y Grifols (7,09%).

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