En 2020, en un contexto internacional marcado por la pandemia, el comercio exterior español sufrió un significativo deterioro. El mayor impacto negativo en las importaciones provocó una reducción del déficit comercial de un 58% respecto a 2019, su mayor corrección de la serie histórica.

Esta tendencia se ha revertido en los ocho primeros meses del año ante la mejora de la situación sanitaria, la reapertura económica y la reactivación del comercio global. En el acumulado enero-agosto, las exportaciones repuntaron un 22,1% interanual y las importaciones un 21,6%, incrementando el déficit comercial un 13,1%. Un aumento explicado principalmente por el mayor déficit energético (34,8% interanual), impulsado por el encarecimiento de la electricidad, el carbón y el petróleo.

En la coyuntura actual, las crecientes tensiones inflacionistas a nivel mundial, la revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento de Alemania, China y EEUU, y la evolución del sentimiento económico global podrían lastrar el dinamismo de las exportaciones en el último trimestre del año.

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