Análisis

andrés sánchez magro

Las Academias de la gastro

Dicen las reglas del columnismo que salvo que uno sea Paco Umbral, no se debe hablar de uno mismo. Y esa ley la cumplo a rajatabla salvo en esta que ahora mismo está leyendo, pues tengo que hablar de la Academia Andaluza de Gastronomía y de sus premios en la edición 2024. Tras 10 años de singladura, el próximo lunes vuelve este ateneo al califato cordobés, donde se entregaron los primeros galardones. En este caso, la cofradía de gourmets andaluces ha puesto el foco con toda justicia en el restaurante Vandelvira de Baeza, que ha merecido nada menos que el doblete de jefe de cocina y de mejor sala.

Esta academia como muchas otras que han proliferado por el territorio autonómico y nacional, y que corona la Real Española, están dinamizando la sociedad civil al calor del imparable avance del hecho gastronómico en todo el país. Por lo común, son expresión plural, heterogénea, y especialmente precisa de los diferentes actores de este peculiar ecosistema. Además mantienen diálogo y promoción de la cultura y un entorno, al que sirven como espejo y acicate.

El sanedrín que compone la andaluza está narrando durante estos años el excepcional momento de forma de la cocina de esta tierra. La evolución experimentada por renovadores, que coexisten con una magnífica y bendita tradición de buena vida, ha ido acompañada de un estupendo elenco de sumilleres y nuevos maitres. Existe ahora un tapiz de destino impresionante entre bares, casas de comida, michelineros y creadores, único en este rincón del mundo. La globalidad que expresa el detalle del lugar pequeño, hermoso y genuino. Tanto como la rotundamente innovadora y excepcional Castillo de Canena, emporio oleícola de los Vañó para todo el planeta. Y mucho Córdoba, como la campaña Córdoba es más, del área de turismo del Ayuntamiento de la ciudad, o el homenaje a toda una vida en la persona del Manuel Bordallo, de la Sociedad de Plateros Cordobeses.

Es tan generosa la Academia Andaluza de Gastronomía que me obliga a emular por un día al genial autor de Spleen de Madrid, para haberme otorgado el Premio a la Mejor Difusión Gastronómica. ¡Va por ustedes señores, por Córdoba y por la estupenda gastro andaluza!

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