Un buen cuadro es aquel que con su belleza despierta una atracción irresistible en el espectador, y provoca en éste el deseo fantasioso e imposible de materializar -las leyes de la lógica lo impiden- de sumergirse en aquella pintura. La exposicion Van Gogh Alive, que albergará el Pabellón de la Navegación de Sevilla desde el 1 de febrero, promete transformar los rígidos modos con los que el observador se relaciona con la obra de arte y acercar "de manera envolvente", a través de sofisticadas proyecciones, la producción artística del autor de piezas maestras como Los girasoles, Trigal con cuervos o La noche estrellada.

La elección del neerlandés para un proyecto de estas característas parece pertinente: con sus formas sinuosas, a menudo arremolinadas, sus colores vivos y casi alucinados, su mirada singular a la naturaleza y el retrato, Van Gogh sacude los sentidos como pocos creadores saben hacerlo. La muestra que llegará a Sevilla en unas semanas es una creación de Grande Exhibitions, una empresa con sede en Australia que ha promovido por el mundo iniciativas similares centradas en Leonardo Da Vinci, Alicia en el País de las Maravillas, los impresionistas y el Imperio otomano, pero que con esta exhibición se ha marcado su mayor triunfo hasta el momento. Van Gogh Alive se ha visto en una treintena de grandes ciudades como Berlín, Bogotá, Budapest, Moscú o Tel Aviv, y suele programarse en tres destinos europeos al mismo tiempo. "Es la exposición multimedia más visitada del mundo", señalan sus organizadores sobre una cita que vuelve a demostrar el poder de convocatoria de Van Gogh, uno de esos genios que en vida transitó un atormentado camino propio y que hoy está considerado por todos como un autor incontestable. "Hace un par de meses hemos terminado en Lisboa y hemos ido a Atenas; más recientemente dejamos Bolonia y empezamos en Verona", cuenta Elena Goroskova, directora del proyecto en España, sobre los sitios por los que ya ha pasado Van Gogh Alive, entre los que destaca Roma, donde se convirtió en todo un fenómeno en su estancia en el Palazzo degli Esami, en el Trastevere. "La muestra estuvo allí a principios de año, y ahora volverá debido al éxito", comenta Goroskova.

Sevilla será la primera parada española de este proyecto. "La hemos elegido por el Año Murillo, animados por el hecho de que va a ser un destino turístico muy visitado, como ha destacado Lonely Planet", apuntan los organizadores, que avisan que "ni las fotos ni los vídeos que tenemos hacen justicia a lo que se vive dentro de la muestra", en la que gracias a la técnica la poderosa expresividad de la obra de Van Gogh encuentra un sorprendente dinamismo. En La noche estrellada se moverán las constelaciones, en Trigal con cuervos los pájaros alzarán el vuelo, y en El dormitorio en Arlés los espectadores albergarán la sorprendente impresión de estar entrando en la habitación y la intimidad de Vincent Van Gogh.

"La propuesta te envuelve, te absorbe", adelanta Goroskova sobre una exposición "muy alejada de una convencional visita a un museo", cuya originalidad ha motivado que "el propio Museo Van Gogh de Ámsterdam haya cogido algunas ideas". El público asiste a un espectáculo de unos 35 minutos en el que más de 3.000 imágenes ofrecidas por unos 30 proyectores "que se mueven a veces simultáneamente, y a veces se separan" invaden las paredes y los techos de la sala principal. "Hay unos pufs para que los visitantes puedan estar cómodos y observarlo todo; en Berlín a la gente le encantaba tumbarse... Las imágenes también se proyectan en el suelo, algo que entusiasma a los niños", explica la organizadora.

"Se trata de vivir el arte de una forma muy inesperada. No estás viendo el cuadro, el cuadro te está absorbiendo, está por todos lados", prosigue Goroskova. El recorrido de Van Gogh Alive se compone de tres salas: una primera parte de carácter didáctico en la que se repasa la vida del creador en un mural gigante, se detallan sus etapas en lugares como París, Arlés, Saint-Rémy o Auvers-sur-Oise y se incluyen reproducciones de los cuadros "muy nítidas, hechas con una tecnología puntera". También se habilitará otra sala "para que la gente pueda dibujar. Habrá caballetes y tutoriales en una pantalla, y donde programaremos clases". Y por último, una sala "diáfana, grande, de unos 800 metros cuadrados", donde aguarda ese portento anunciado: la fabulosa producción de Van Gogh cobrará vida.

En las imágenes cedidas por la organización de 'Van Gogh Alive' pueden verse cuadros como 'Almendro en flor' o 'Trigal con cuervos'.