Las productoras dejan en el aire el futuro de 'La mula'

El futuro de la película sobre la Guerra Civil española, que se rodó en gran parte en la sierra de Montoro, está en suspensión

Ramón Ubric / Guadix

02 de julio 2010 - 05:00

El futuro de La mula sigue en el aire. Y eso le preocupa hasta al director del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans. Es obvio que no hablamos de ese animal híbrido, estéril y rural, sino del rodaje de un filme del realizador británico Michael Radford que se ha probado igualmente híbrido y estéril. Pasados ocho meses de la suspensión del rodaje en Guadix (Granada), las armas entre las tres productoras implicadas (la española Gheko Films, la británica Workhorse, propiedad del propio Radford, y la irlandesa Subotica) siguen en alto, y el futuro de esta comedia con raíces en la Guerra Civil permanece en suspenso. Radford lo llama "el misterio del asesino de la mula", en plan broma amarga. Alejandra Frade, cabeza de la productora española Gheko Films e hija del conocido productor español José Frade, no le encuentra la gracia.

El complejo relato de ramificaciones legales y contractuales ha vuelto a la actualidad debido a que Guardans, junto a sus homólogos del UK Film Council, John Woodward, y del Irish Film Board, Simon Perry, han salido al paso para pedir un arbitraje entre las partes que garantice que la coproducción, que ronda los siete millones de euros, salga adelante. "No aceptaremos que se dé mala imagen del cine español", dijo Guardans.

"Mi intención es seguir haciendo todo lo posible para que La mula no se vea perjudicada, y todo lo que puedo hacer es proponer un arbitraje. Pero lo que no permitiremos es que por esto se vea perjudicada la confianza en las coproducciones españolas", advirtió, en conversación con el diario Público Guardans, que asume que la última palabra la tienen los tribunales. Hasta la fecha el proceso de arbitraje no ha sido acordado por ninguna de las tres partes.

El 30 de octubre de 2009, Michael Radford (El cartero y Pablo Neruda) reunía al equipo de su primera película en habla hispana, protagonizada por Mario Casas y María Valverde, para anunciarle que no acudiría al rodaje el siguiente día. En efecto, el lunes 2 de noviembre el realizador no se presentó, cuando sólo quedaban cuatro días para levantar el campamento . "El rodaje se suspendió, yo no abandoné, es distinto", matizó desde Londres el realizador.

El quid de la cuestión está en unos contratos que quedan por firmar y que aún hoy siguen sin acuerdo. "Suele suceder que cuando inicias una coproducción no has firmado todos los contratos", explicó Radford. "Así ocurrió esta vez con algunos de los acuerdos que tienen que ver con las ventas internacionales y con el reparto de los beneficios", dijo. "Nosotros necesitábamos que la productora española firmara para poder inyectar nuestra parte de la financiación, pero llegado el momento de la firma Alejandra Frade desapareció y no quiso llegar a un concierto", sostuvo. Para Radford, como para sus socios, el conflicto es fruto "de la inexperiencia de Frade".

Alejandra Frade tiene otra versión de los hechos. Por un lado, Radford abandonó el rodaje, "incumpliendo así su contrato". Y por otro, insistió en que "tanto la parte inglesa como la irlandesa habían incumplido los pagos que les correspondían. Hablamos de los miembros del equipo desplazados desde el Reino Unido". La productora española sostiene que ha hecho adelantos de capital a la productora de Radford, y ha avalado préstamos personales a sus coproductores.

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