El Currito recoge el testigo del también cordobés Niño Seve como ganador del Concurso Nacional de Arte Flamenco en guitarra. El jurado lo determinó por unanimidad.
-¿Qué supone para usted este premio?
-Es una meta muy grande como guitarrista obtener este premio, que es el más importante o de los más importantes del flamenco... Un orgullo para mí.
-¿Cómo ha sido la experiencia de participar en el concurso?
-Ha sido un poco tensa. Ha habido mucha tensión, porque es difícil subirse a ese escenario, con ese jurado... Ha sido muy complicado. También ha habido momentos de estar a gusto, una vez que se relaja uno.
-¿Cuándo decidió participar en el concurso?
-No lo decidí yo: fueron mis compañeros del tablao Carmen, un tablao muy importante en el que trabajo junto a grandes artistas como Rafael del Pino Keko, profesor del Conservatorio. Ellos me pedían que me apuntara y yo decía que no. Y me apuntaron. Yo no quería, porque a mí los concursos me dan mucho miedo. Quién me lo iba a decir.
-¿Cómo ha visto el nivel de esta edición?
-Ha sido bueno. Un nivel muy bueno de guitarra. Han tocado muy bien todos. Yo lo he pasado mal, estaba en el camerino y escuchaba tocar y decía: "Dios mío... Cómo tocan". Es que vas a cualquier lado y los guitarristas hoy tocan para rabiar.
-Su premio ha sido el único concedido por unanimidad...
-Cuando yo vi esto, en vez de alegrarme me asusté más, porque supone más responsabilidad. Ahora no puedes fallar nada, no puedes dejar a ese pedazo de jurado en mal lugar. Es una responsabilidad grande que me han puesto.
-¿Cuándo empieza usted a relacionarse con la guitarra?
-Desde chico. Yo empecé a los cinco años con mi padre, El Curri, gran guitarrista. A los once años empecé a tocar con él como segunda guitarra. Y después empecé en los concursos de Córdoba, en Barcelona en algunos tablaos..., viviendo de esto como se podía.
-¿Cómo se siente más a gusto, como guitarrista solista o acompañando al cante y al baile?
-Sin duda alguna, como solista es como mejor me siento, aunque lo otro también me gusta mucho, me encanta tocar para el cante y para el baile, sus palmas, el compás... Me encanta el flamenco en general. Pero como solista la música me llena un poco más.
-¿Cómo espera que influya este premio en su trayectoria?
-Hombre, yo..., la verdad es que no espero nada. Si miro a los demás, a los guitarristas que han ganado el premio, veo que a todos de alguna forma les ha ayudado mucho este concurso. A todos. Entonces pienso que a lo mejor también tengo yo un poquillo de suerte...
-¿Alguna grabación en proyecto?
-Sí, antes de esto ya tenía planteado hacer un disco. Creo que el premio me ayudará a sacar el proyecto adelante.
-¿Cuáles han sido sus principales referentes en la guitarra flamenca?
-Mi principal referente ha sido mi padre, es mi ídolo y lo he tenido ahí siempre. Ha estado siempre conmigo, diciéndome que por ahí no..., ha sido una ayuda muy grande. Y después he visto a los guitarristas y me gustan casi todos, Paco de Lucía por supuesto, y Manolo Sanlúcar, Víctor Monge..., todos. Los he visto a todos y hay que aprender de todos porque cada uno tiene su sello y su personalidad. Pero mi base está en mi padre.
-¿Cómo ve el panorama actual de la guitarra flamenca?
-Lo veo difícil. Hay grandes guitarristas. Y de concierto hay jóvenes que tocan que no veas. En Córdoba está mi compadre Seve, que toca para rabiar... Hay un nivel muy bueno en la guitarra.
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