'El orfanato' logra 7 goyas y 'La soledad' da la sorpresa como mejor película

Juan Antonio Bayona se alza con el premio a mejor director novel, mientras que Jaime Rosales es premiado como mejor director · El título de gran perdedora de la noche se lo lleva 'Las 13 rosas'

El director y reparto de la película 'El orfanato', la gran triunfadora de la noche.
M.l./ Agencias / Córdoba

04 de febrero 2008 - 05:00

La taquilla encumbró El orfanato, y anoche también lo hicieron los miembros de la Academia de Cine, que le otorgaron siete premios Goya: mejor director novel (Juan Antonio Bayona), guión original (Segrio G. Sánchez), dirección artística (Joseph Rosell), dirección de producción (Sandra Hermida), maquillaje y peluquería (Lola López e Icíar Arrieta), sonido y efectos especiales. La gran sorpresa de la noche la dio La soledad, que logró dos de los grandes premios: el de mejor película y mejor director Jaime Rosales, mientras que la gran perdedora fue Las 13 rosas, que de las 14 nominaciones a las que optaba se quedó con cuatro: mejor música original (Roque Baños), mejor fotografía (José Luis Alcaine), diseño de vestuario (Sonia Grande) y actor de reparto.

Juan Antonio Bayona, que agradeció el premio con un patente estado de nervios (pajarita torcida incluida), mencionó la labor de Guillermo del Toro "como maravilloso productor y mejor persona" y felicitó al resto de directores debutantes porque "representan la ilusión de hacer cine".

Aunque Belén Rueda era una de las grandes favoritas, al final el Goya a la mejor actriz recayó en Maribel Verdú por Siete mesas de billar francés, por el que competía con su compañera de reparto, Blanca Portillo, que fue galardonada con la Concha de Plata en la pasada edición del Festival de San Sebastián. La película de Gracia Querejeta se confirma así como una auténtica lección de interpretación femenina. Verdú, muy emocionada con el galardón, lo compartió con Portillo, "por su generosidad en el rodaje".

El premio al mejor actor protagonista recayó en Alberto San Juan (Bajo las estrellas), que se encargó de poner la nota reivindicativa de la noche, con la petición de la disolución de la Conferencia Episcopal.

Uno de los momentos más emotivos de la gala, conducida bajo el inconfundible humor de José Corbacho, fue la entrega -de manos de José Sacristán y Miguel Rellán- del Goya de Honor a Alfredo Landa, que, en el año de su retirada, apenas pudo articular palabra y se despidió con un "adiós con el corazón y para siempre".

Los premios a los actores revelación fueron para José Luis Torrijo (La soledad) y Manuela Velasco (Rec). Los mejores intérpretes de reparto fueron Amparo Baró (Siete mesas de billar francés) y José Manuel Cervino (Las 13 rosas).

Otros de los premios de la noche fueron la película documental (Invisibles) y la película de animación (Nocturna, una aventura mágica).

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