"Nuestro nivel de exigencia y autocrítica es muy alto"

El grupo madrileño presenta esta noche en el Palacio Vista Alegre su segundo y esperado disco, 'Mapas', recién editado

"Nuestro nivel de exigencia y autocrítica es muy alto"
"Nuestro nivel de exigencia y autocrítica es muy alto"
Blanca Durán

21 de mayo 2011 - 05:00

El cuento de hadas que es la historia de Vetusta Morla acaba de hacerse un poco más grande. El culpable es Mapas (Pequeño Salto Mortal, 2011), un disco con el que los de Tres Cantos reivindican que todo lo bueno que les pasó con Un día en el mundo no era por casualidad y que hay excepciones que demuestran que no todo está tan negro en la música. Doce canciones elaboradas con precisión de artesanos, una web con millones de visitas y una gira a la que cada vez se suman más adeptos son las credenciales con las que hoy se presentan en el Palacio Vista Alegre (20:30).

-¿Cómo les están sonando las nuevas canciones en estos primeros directos?

-Por el modo en que ha sido grabado este disco es relativamente fácil trasladarlo a los conciertos. Grabamos Mapas tocando todos al mismo tiempo, así que el proceso de trabajo anterior también tuvo que ser muy en directo. Las canciones tenían que funcionar ya tocadas en el local para que cuando fuésemos después al estudio se pudieran grabar y funcionasen a la perfección. Al final las canciones estaban muy preparadas para los conciertos, así que está siendo muy natural incluirlas en el repertorio. Nosotros llevamos tocándolas más de un año en el local, así que nos son muy familiares, aunque con la gente es otro rollo; creo que aún hay que darle un poco más de tiempo para que escuche tranquilamente el disco... Es que nuestra música siempre necesita un tiempo de poso, masticarla tranquilamente e interiorizarla de manera completa. Volver a tocar está siendo muy emocionante, hacía mucho que no lo hacíamos y está siendo una experiencia genial.

-¿Qué les pasó por la cabeza en julio de 2010 cuando acabaron una de las giras más potentes que ha hecho un grupo español en los últimos años y se dieron cuenta de lo mucho que habían cambiado las cosas?

-Nos dimos cuenta de lo afortunados y lo privilegiados que habíamos sido y que podíamos seguir siendo en adelante si trabajábamos bien. Metidos en la vorágine no nos dábamos cuenta de que vivir de lo que más te gusta, que es hacer canciones, es un privilegio enorme. Quizá eso es lo que más ha cambiado en nuestras vidas, que ya nos dedicamos a la música profesionalmente, y es el cambio que más nos ha marcado. Ese parón de un mes que tuvimos entre el fin de la gira y el arranque del trabajo para Mapas nos ayudó a situarnos ahí: somos unos privilegiados, tenemos la suerte de poder vivir de esto y ahora toca disfrutarlo y hacer buenas canciones para que esto pueda continuar cuanto más tiempo mejor.

-¿Pesa el hecho de tener un primer disco con tanta repercusión?

-Pesa sobre todo respecto a nosotros; no puedes estar pensando siempre en el público y en la crítica cuando estás haciendo algo: es mejor hacerlo después. Siempre es interesante saber qué opina el público, porque vivimos de su atención, y es interesante saber qué opina la crítica porque es una visión cualificada... En el momento en el que estás haciendo un disco, tu crítica y tu público eres tú mismo. Sí que existía cierta presión interna por tratar de hacer algo que fuese un digno sucesor de Un día en el mundo. Nuestro nivel de exigencia y de autocrítica es muy alto, nos fustigamos bastante.

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