'Los mercenarios' suben el nivel de la acción y los chistes

Tres iconos del cine de acción y las artes marciales, Jean-Claude Van Damme, Jason Statham y Dolph Lundgren, estuvieron ayer en Madrid para presentar Los mercenarios 2, film que vuelve a aglutinar al mayor elenco de estrellas del género pero "con más explosiones, más muertes y más chistes" que la primera. Un reparto que encabeza Sylvester Stallone, que integra también a Bruce Willis, Jet Li, Terry Crews y Randy Couture y que cuenta con la participación breve, pero no menos importante, de dos auténticas leyendas del cine de acción de los 80, Schwarzenegger y Chuck Norris.

Como ya ocurriera con la primera entrega de Los mercenarios, Barney Ross (Stallone) y sus hombres integran una banda de asesinos a sueldo que trabaja a las órdenes de Church (Bruce Willis). Este les encarga una misión en principio sencilla para estos matones, pero que se verá truncada con el asesinato de uno de ellos, convirtiéndola en un asunto muy personal.

Los mercenarios 2, que llegará a las pantallas el 24 de agosto, hará las delicias de los aficionados al género porque "hay más explosiones, más muertes, más violencia y más chistes" que en la anterior, aseguró Lundgren.

Tanto es así que veremos, entre otras muchas peleas, la que enfrentará a Stallone y su archienemigo en esta ocasión, Van Damme. Precisamente la del líder de esta banda de asesinos fue ayer la gran ausencia en la capital: "Sin Stallone no es lo mismo", reconoció Van Damme. El estadounidense, que dirigió la primera parte, le ha cedido en esta ocasión el sitio a Simon West (The Mechanic, Cuando llama un extraño) porque "necesitaba un respiro", aseguró Lundgren. Aunque "siempre está ahí, dando consejos o dirigiendo", añadió el sueco; y es que, al fin y al cabo, fue él "quien creó la historia".

Recelosos de hablar del tema, lo cierto es que el reciente fallecimiento de su hijo mayor, Sage, tiene a Stallone alejado de los focos. Sólo Lundgren se ha atrevido a hacer una breve referencia al delicado asunto, con un comedido "entiendo que no esté aquí".

Al que veremos de nuevo a las órdenes de Stallone en un proyecto distinto es a Jason Statham en Homefront, cuyo rodaje comenzará en octubre y en la que también estará James Franco. "Me presentó una historia y un guión hechos para mí, estoy entusiasmado", afirmó el actor inglés.

Para Van Damme, "hace diez años Los mercenarios 2 no hubiera sido tan buena". Gracias a "los efectos especiales y el avance de la tecnología" el resultado es más "fresco" y la hacen diferente de las películas de acción de antes, que "eran iguales".

El actor de origen galo no quiso restarle valor al trabajo de sus compañeros, de los que afirma que "eran buenos antes y lo siguen siendo ahora". A título personal, Van Damme aseguró que no se siente "mayor", en buena medida porque es "una persona activa a la que le gusta estar en forma", no por exigencias de trabajo sino por puro placer. "Cuando me preguntan mi edad, respondo que soy eterno", bromeó el actor y experto en artes marciales,

Mientras, la tercera parte ya está asegurada, porque, según Statham, se lo pasan "muy bien" haciendo estas películas. El británico defiende este tipo de cine, de "pura diversión y entretenimiento", a pesar de su alto contenido violento.

Son películas, a su juicio, que "permiten escapar de la realidad" y que, añadió, nos recuerdan que "desde que somos niños jugamos a que tenemos armas". Y eso que, reconoce, él tiene "un lado romántico".

Más solemne, Lundgren también hizo referencia a los niños afirmando que "no deberían jugar a videojuegos violentos" porque en ellos "lo único que tienes que hacer es disparar" y "son impersonales". Al menos, en las películas como Los mercenarios los personajes "son reales y tienen sentimientos".

Lo cierto es que a estos chicos duros lo que mejor se les da son las patadas y los puñetazos, y no tienen rival a la hora de empuñar un arma. "A veces nos golpeábamos un poco en el set de rodaje", bromeó el actor sueco. Van Damme, por su parte, dejó claro que lo suyo es la acción: "He tenido mi gran momento en esta película, aunque me hubiera gustado que fueran más".