'El invierno bajo la mesa' explora la condición humana en el Gran Teatro
La compañía cordobesa Teatro El Mercado presenta el próximo sábado en el coliseo su nuevo montaje, que profundiza en los sentimientos y las pasiones


La compañía cordobesa Teatro El Mercado profundiza una vez más en la condición humana en su nueva obra, El invierno bajo la mesa, que presentará el próximo sábado en el Gran Teatro y para la que aún quedan entradas. El amor, la amistad, el compañerismo y la solidaridad frente al egoísmo, todo mezclado con una historia de inmigración, son los aspectos fundamentales de esta obra firmada por el autor francés Roland Topor (creador del movimiento Pánico junto a Arrabal y Jodorowsky).
Esta "compañía luchadora por excelencia del panorama cordobés", como aseguró el hasta ayer primer teniente de alcalde y delegado de Cultura, Rafael Blanco, presenta en Córdoba este trabajo tras su estreno en la pasada Feria de Teatro en el Sur de Palma del Río.
Aunque la base de El invierno bajo la mesa es una relación chico busca chica, "el autor es tan grande que a lo largo de esa historia de amor habla de otras cosas como la generosidad frente al egoísmo, la inmigración y la amistad", expuso el director de la obra, Paco Piñero, que animó al público a acudir al Gran Teatro a disfrutar de este "cuento hermoso donde lo va a pasar bien".
El elenco de la obra es -en su mayoría- de origen cordobés o, en su defecto, actores que han estudiado en la Escuela de Arte Dramático. De esta forma, el reparto lo conforman Anabel Maurín, Javier Carmona, José Delgado-Llergo, Marisol Membrillo y Manuel Pérez.
El invierno bajo la mesa comienza con la extraña situación que se da cuando una traductora con problemas económicos (Belén Milarón) decide alquilar el espacio situado debajo de su mesa a Dragomir, un inmigrante de Europa del Este sin papeles (Javier Carmona). Ella realiza sus traducciones encima del escritorio mientras él, que es zapatero, hace su trabajo debajo.
Aunque su convivencia es buena porque son personas solitarias que tienen una necesidad afectiva, el mundo mercantilista que los rodea no ve con buenos ojos esta situación y no entiende su relación. Además, el problema se agudiza cuando aparece Gritzka (José Delgado-Llergo), el primo de Dragomir, que también se establece debajo de la mesa. Será este personaje el que consiga, a través de sus enredos, unir a la pareja y que ambos se dejen llevar por sus sentimientos, dejando a un lado el egoísmo y el mercantilismo imperante en el mundo que los rodea.
Por su parte, Marisol Membrillo, que a pesar de su larga trayectoria actuará por primera vez en el escenario del Gran Teatro, explicó que el proceso de trabajo ha sido "intenso, doloroso y gratificante al mismo tiempo", lo que ha dado lugar a "un resultado hermoso" que se podrá apreciar el sábado en el coliseo.
Los sentimientos de amor y amistad van creciendo poco a poco en El invierno bajo la mesa, una obra en la que Topor ofrece una opción esperanzadora de la vida aunque llena de ironía. "Todo a través de una emoción contenida, nunca falsa ni subrayada, que la llena de espiritualidad pero que nunca moraliza", aclara Piñero.
Por su parte, Delgado-Llergo agradeció al Gran Teatro su disponibilidad por dejarles "esa pequeña puerta abierta para mostrar nuestro trabajo en Córdoba", aunque añadió que sigue siendo difícil desarrollar actividades ligadas con el mundo escénico en la ciudad.
El actor animó al público a asistir a la única función que la compañía presentará en el Gran Teatro porque El invierno bajo la mesa "es un antidepresivo" y "van a salir con un estado de ánimo mejor que con el que entraron".
El proyecto de Teatro El Mercado nació en 2007 con el propósito de crear una industria teatral y un teatro privado como sede de la compañía. En 2008 estrenó su primer montaje, El hada de Abu Ghraib, de Antonia Jiménez, con el que han estado de gira más de dos años.
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