"Lo más importante para mí siempre ha sido el aprecio de los lectores"

Rafael López Espí. Dibujante

El artista, que dibujó la práctica totalidad de las portadas de la versión castellana de los tebeos Marvel desde los años 60 hasta los 80, protagoniza una exposición en Cajasur que cumple sus últimos días.

Javier Fernández / Córdoba

29 de febrero 2012 - 05:00

Rafael López Espí (Barcelona, 1937) es un dibujante de culto entre los aficionados al cómic de superhéroes en España. Dibujó la práctica totalidad de las portadas de la versión castellana de los tebeos Marvel, realizada por Ediciones Vértice desde finales de la década de 1960 hasta comienzos de los 80. De formación autodidacta, su carrera en el mundo de la historieta comenzó en 1953 en la barcelonesa editorial Símbolo, y se desarrolló en numerosas cabeceras españolas y extranjeras, en muchas ocasiones con la mediación de agencias artísticas. A lo largo de las décadas, López Espí ha trabajado también en el campo de la ilustración a secas y la animación. Hasta el 2 de marzo se puede ver en Cajasur-Reyes Católicos una selección de 15 ilustraciones originales realizadas por él que sirvieron como portadas para los tebeos de Vértice.

-Hoy día es frecuente encontrar dibujantes patrios trabajando para Marvel: Carlos Pacheco (Fantastic Four, Avengers Forever), Salvador Larroca (Ghost Rider, X-Men), Pascual Ferry (Ultimate Iron Man, Thor)…, pero usted fue un pionero, el primer español que interpretó a los personajes de Stan Lee y compañía...

-Pues sí, así es. Hay que tener en cuenta que toda la afición a Marvel en España comenzó con los cómics que editó Vértice. Y a mí me tocó ilustrar sus portadas. Resulta que mi trabajo gustó y fue apreciado, pues qué bien. Para mí es gratificante.

-¿Le interesaban aquellos cómics o era sólo un trabajo más?

-En aquella época era sólo un trabajo, y lo valoraba como correspondía. Había portadas que me llenaban más, otras que me llenaban menos. Me daba una patada en el riñón tener que hacer algunas porque no eran de mi gusto, pero las tenía que hacer y las hacía. No pretendo con esto menospreciar al lector, ni mucho menos. Yo me esforzaba siempre en cumplir mi papel de buen profesional. Donde podía hacer algo más artístico lo hacía, y donde no... pues chico, lo siento, no puedo hacer otra cosa. Había personajes mejores y otros que no favorecían nada las ilustraciones.

-¿Por ejemplo?

-Spiderman me era apetecible por su forma bizarra de moverse, pues a mí me gustaba exagerar los rasgos. Pero me fastidiaba cuando tenía que rellenar el traje con la telita de araña, hubiera roto la portada para no tener que dibujarlo. También La Masa me era agradable porque es un tío verde que hay que pintar en plan exagerado, y eso siempre apetece. Ocurría lo mismo con las portadas de las series de terror. El terror tiene un encanto más allá de lo tenebroso, y todo lo que hagas queda bien. Si haces un monstruo deforme no te tienes que ocupar de su anatomía, de que sea perfecta. Inventas sombras, técnicas y métodos para dar tal o cual apariencia. Te permiten tanta soltura que disfrutas pintando.

-¿Tenía libertad para elegir el estilo y la composición de cada portada?

-Sí, sí, no había limitaciones. Bueno, claro está que no podía cambiar los personajes. En todo caso eliminaba algunos, según el tiempo que tuviese, según la fecha de entrega. El compromiso primordial era hacer algo llamativo para el lector. En aquella época los cómics se vendían en los quioscos y la clave estaba en que, al pasar por delante, uno dijese: "Esta portada la quiero comprar".

-¿Cuál era el método de trabajo?

-Yo recibía fotocopias en blanco y negro de la portada original estadounidense y de la portadilla interior y entre las dos hacía mi propia composición. El cómic en sí no me lo daban, y si me lo hubiesen dado tampoco hubiera servido de mucho porque no sabía inglés, ya me hubiera gustado. Las fotocopias y punto. De modo que yo interpretaba lo que estaba ocurriendo en el cómic por lo que veía en la portada y la portadilla. Y lógicamente iba a lo sencillo, me adaptaba al consumidor español. Era sencillo y concreto. Añadía o quitaba personajes según ayudasen a mi interpretación personal de esas dos muestras en blanco y negro. Generalmente era así como trabajaba. Luego, a mediados de los setenta, cuando tuve que realizar los cromos de superhéroes que venían con los productos Cropan, me dieron unas guías de color. A partir de entonces ya pude pintar los personajes con su color correspondiente. Antes era una pura invención, en función del color de composición de la portada.

-¿Qué valora más de haber trabajado con los personajes Marvel?

-Lo más importante para mí siempre ha sido el aprecio de los lectores. En el fondo, este aprecio responde a mi deseo de trabajar para editoriales españolas en una época en la que primaba el trabajo en el extranjero mediante agencias, a una voluntad firme de tener conexión con el público. Ese era mi objetivo y al final, gracias a Vértice, lo logré. Soy consciente de que la relación que tengo con el público no nace directamente de mi obra, no es algo que haya logrado yo solo. Si las portadas de Marvel en España las hubiese pintado otro, sería otro el que tendría el aprecio del público. Pero fui yo, y estoy encantado. Mi propósito se ha cumplido.

-En el año 2000, casi dos décadas después de su trabajo en Vértice, volvió a dibujar a los personajes Marvel, esta vez para Forum, el sello de Planeta DeAgostini.

-Sí, en aquel entonces yo estaba trabajando en una empresa de dibujos animados de Sardañola que se llama Acció. Sonó el teléfono y resultó ser José Luis Esparza, una especie de marchante de originales de cómic, ilustraciones y pinturas, que tenía su propia web. Llevaba un tiempo tratando de localizarme, y me dijo: "Hombre, López Espí, te creíamos muerto porque no aparecías por ningún lado". Luego vi su página web y había escrito en letras bien grandes, con admiraciones: "¡López Espí está vivo!". Como te puedes imaginar, eso me impactó mucho. Más tarde se puso en contacto conmigo Raimon Fonseca, un colaborador de la línea Excelsior de Cómics Forum que reeditaba el material Marvel antes publicado por Vértice. Raimon me dijo que Forum había recibido cartas y cartas de los fans, protestas del tipo: "Sabemos que López Espí está vivo, cómo es que no le encargáis a él las portadas de estos tebeos que él ilustró en su momento. Queremos ver su progreso". Así es que se vieron comprometidos a darme el trabajo.

-Son unas portadas fabulosas la que hizo para la línea Excelsior.

-Había un trabajo más profundo e intenso. Había aprendido con los años y me esmeré más. Con Vértice, por lo bajo del pago y la rapidez del sistema de trabajo, no entraba a pulir demasiado los detalles. Además sabía que ahora tenía que competir con los acabados modernos. Pero cuidado, yo lo hice todo pintado, sin ordenador que valga. Ahí es donde se nota la diferencia.

-En 2000 fundó también el Fans Club López Espí, que sigue activo.

-La revista va por el número 45. En momentos bajos he puesto dinero, pero como gracias al club me han ido pidiendo dibujos, una cosa compensa la otra. Se financia todo con la aportación de los socios. Es todo en plan jubilado, que conste. Si me quedan cuatro chavos, bien, pero no hay interés de lucro. Como antes he dicho, lo gratificante es que haya personas que valoren mi obra, me conozcan y me aprecien. Hay quien dice que basta tener un sueño para verlo realizado. Yo digo que sí, que es cierto, pero poniendo uno de su parte. Si tú no te involucras con ese sueño, no se cumple.

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