Al fotógrafo cordobés Manu Blanco siempre le ha gustado inmortalizar la noche y sus eventos, bien sean conciertos, sesiones de pinchadiscos o la simple vida que hay en los bares, pero no fue hasta que conoció al grupo Fuel Fandango cuando se decidió a llevar a cabo su pasión de forma más profesional. Blanco no se dedica en exclusiva a la fotografía, que siempre ha sido para él un hobby y al mismo tiempo una vía de escape, como la música, por lo que era cuestión de tiempo que esas dos pasiones encontraran un nexo de unión, que en este caso ha sido el grupo formado por Alejandro Acosta (producción, guitarra y composición), la cantante y compositora Nita y el batería Carlos Sosa.

Fuel Fandango comenzó su andadura como banda en 2009, y este año está a punto de lanzar su tercer disco, que verá la luz en primavera y que probablemente lo consolidará como una de las apuestas más firmes de la industria musical independiente española a partir de su cuidada mezcla de música electrónica de baile y géneros con más raíz como el flamenco o el soul.

Su crecimiento como banda, que además siempre fue carne de escenario, se puede contemplar ahora en Córdoba, una ciudad a la que siempre han estado ligados -la cantante es de la ciudad y aquí se conocieron-, en la exposición FUEL FIVE, 5 años en escena con Fuel Fandango, que Blanco ha instalado en el local Elminibar, en la plaza de la Corredera.

Se trata de una exposición fruto de un trabajo de cinco años, los que Blanco ha seguido a la banda alrededor de España, inmortalizándola sobre el escenario, en los camerinos, en la carretera, y que recoge 18 fotos, escogidas entre más de 20.000 instantáneas.

En total, son unos 20 los conciertos que Blanco ha seleccionado de los ofrecidos por la banda en el periodo que va desde 2009, cuando surge con su primer disco y con su potente directo, hasta 2014, cuando culmina la gira de presentación del disco 13 lunas.

El fotógrafo explica que la exposición permite ver, al mismo tiempo, cinco años del crecimiento de una banda de música y cinco años de su crecimiento como fotógrafo de conciertos, y su evolución en la calidad de las imágenes. "A mí lo que más me gusta es la vivencia con ellos, los entresijos del concierto, la gente y los sitios que he conocido. Y también porque me ha permitido hacer fotos que otra gente no puede, porque estoy entre bastidores, estoy con ellos en el camerino y la furgoneta. Y eso es muy distinto", apunta Blanco.

Por su parte, el líder de la banda, Alejandro Acosta, entusiasmado ante la primera exposición del grupo, se ha mostrado sorprendido por poder ver la evolución en los estilismos, la puesta en escena y hasta sus propios rostros. "Viéndolas me han venido a la mente muchas anécdotas y muchas historias que hemos vivido en estos cinco años, que han sido muy intensos", afirma Acosta, que detecta mucha evolución en el último lustro.

Lo cierto es que, como el propio músico reconoce, Fuel Fandango ha crecido como banda sobre los escenarios y ha presentado su directo alrededor del mundo, aunque sobre todo en España, donde era habitual ver a Manu Blanco, cámara al hombro, recogiendo esas vivencias.

Sobre su tercer disco, Acosta apunta que ya está prácticamente concluido y listo para salir a la calle, lo que dará pie a una nueva gira en la que seguro que el fotógrafo cordobés estará para dar testimonio.