El flamenco reivindica su universalidad en las calles de Córdoba

El acontecimiento cumple su tercer año con un programa que pone en relación diversos estilos, ritmos y escuelas · Morente, Dorantes, El Cabrero, Howe Gelb y El Pele protagonizan la cita

Dos viandantes consultan la programación del acontecimiento.
Alfredo Asensi / Córdoba

19 de junio 2010 - 05:00

La fórmula noche blanca ha sido ensayada en varias ciudades como resorte para la activación cultural, normalmente ligada a un determinado territorio de la creación. No en todas ha tenido la misma fortuna. En Córdoba la elección fue el flamenco y el éxito, instantáneo. El formato enlaza con esa nueva ola de cultura creativa en las ciudades que persigue una redimensión del hecho cultural que lo enaltezca por la vía popular y participativa. Cultura en la calle, cultura para todos. Cultura expansiva y extensiva. Cultura en espacios abiertos, consumida masivamente y ofrecida tanto por figuras consagradas como por voces emergentes. Cultura lúdica y numerosa, callejera y festiva, rotunda, democrática, gratuita y desacralizada. En su búsqueda de nuevos referentes que fortalezcan la candidatura a la Capitalidad Cultural, Córdoba puso en marcha hace dos años La Noche Blanca del Flamenco. La propuesta triunfó, erradicó prontamente su carácter experimental y se postuló como apuesta de futuro. La ocurrencia se convirtió en promesa de costumbre. Hoy se celebra la tercera edición, que reúne a varios centenares de artistas entre los que destacan Enrique Morente, David Peña Dorantes, El Pele, El Cabrero, Luis de Córdoba, Howe Gelb y Raimundo Amador. Córdoba y el flamenco colisionan y funden sus esperanzas: la primera quiere ser Capital Cultural de Europa; el segundo, Patrimonio de la Humanidad.

El acontecimiento ha pulido su modelo con objeto de repartir sus contenidos de manera más razonable para resultar más abarcable. Así, una parte de las actividades programadas ya se ha celebrado, algunas de ellas ayer (ver páginas 44 y 45). Para hoy quedan los dos epígrafes principales del programa: el de grandes producciones y el de espectáculos en el casco histórico, así como algunas píldoras del ciclo Luna creciente y las iniciativas que forman parte del apartado dedicado al arte contemporáneo. El Ayuntamiento ha invertido alrededor de 500.000 euros en esta tercera edición de La Noche Blanca del Flamenco, que llega envuelta en olor a gol y a verano y en el emocionado temblor colectivo que suscita la primera criba de aspirantes a la Capitalidad Cultural de 2016, que se producirá el próximo otoño.

A la explosiva primera entrega, que tuvo como protagonistas, entre otros, a Manolo Sanlúcar, Miguel Poveda, Diego El Cigala, Chambao, Paco Cepero, Fosforito y El Pele, y a un segundo acto de consolidación (con El Lebrijano, José Mercé, Arcángel y Rosario Flores) sucede una edición que ha puesto el foco en la proyección nacional. Se espera una gran presencia de visitantes en las calles cordobesas para contemplar espectáculos de carácter exclusivo y protagonizados por figuras de primera línea. Enrique Morente y Yasmin Levy abrirán el fuego en la plaza de las Tendillas y la avenida de República Argentina a las 22:30. La presencia de Morente en Córdoba en los últimos años ha sido continua (de hecho, actuó en el Festival de la Guitarra de 2009 y en el reciente festival Cosmopoética), pero su tirón es formidable y reventará la plaza. Levy es una cantante israelí especializada en el repertorio judeo-español medieval que se ha dejado contaminar por sonidos procedentes del flamenco. Ha publicado cinco discos y preparará el terreno para el encuentro entre el rock americano de esencia sureña de Howe Gelb y el flamenco de raíces gitanas. El artista presentará su nuevo disco, el recién publicado Alegrías, grabado junto a un grupo del que forma parte Raimundo Amador. La fiesta se prolongará en este céntrico espacio con Antonio Manuel Álvarez Vélez, mejor conocido en los escenarios como Pitingo, cantante de Ayamonte que en sus dos discos marida o altera su herencia flamenca con ritmos, estilos y tradiciones musicales diversos, alejados y atrevidos.

El piano flamenco reclama su cuota de protagonismo en esta edición con Dorantes. A punto de embarcarse en el tramo español de su gira con Noa y de presentar su nuevo disco, el sevillano recala en Córdoba junto al contrabajista Renaud García-Fons y un pequeño grupo para demostrar la cualidad sugerente y vital de su música, en la que flamenco se eleva hacia el altar de la cadencia insólita. Será a partir de las 00:30 en el Patio de los Naranjos.

Un escalón horario (para disfrutar lo escuchado, repostar, descansar, pasear las calles de la ciudad abrumadoramente despierta) sitúa las siguientes citas en las rampas de la madrugada. Habrá que elegir a las 02:00 entre la plaza de la Corredera, donde El Pele hará un recorrido por su trayectoria junto a varios artistas invitados, y el Teatro de la Axerquía, escenario del espectáculo Puro y jondo, en el que convergen el bailaor Rafael del Pino Keko, el guitarrista Alberto Lucena y los cantaores El Cabrero y Luis de Córdoba.

Nueve producciones en el casco histórico mostrarán desde distintos enfoques la riqueza de este arte. En las calles y plazas irrumpirán Góngora y Manolete, el sol naciente y la Semana Santa, El collar de la paloma y el recuerdo de Sefarad. Será, de nuevo, la fiesta del flamenco y la participación. Para todos. Sin fronteras.

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