Cultura

La fama de 'Fama'

El Gran Teatro colgó varios días antes de las funciones programadas el cartel de "no hay localidades" para Fama. El musical, que ha sido representado coincidiendo con el último fin de semana de la Feria de Córdoba. Público de todas las edades acudió al coliseo para ver escenificadas la película y la posterior serie de televisión que dejaron huella en los años 80.

El argumento de la obra es bastante conocido. Un grupo de jóvenes con ansias de triunfar ingresa en la prestigiosa High School for the Performing Arts de Nueva York. A lo largo de sus años de estudios y a través la disciplina descubrirán sus miedos, la ignorancia, el desengaño y cómo, a pesar de tener talento y esforzarse, esto a veces no es suficiente para conseguir lo que tanto desean. La obra intenta responder la pregunta de si el artista nace o se hace, pregunta que no se realiza a quien opera en un quirófano o pilota un avión. Pero en un país como el nuestro, en el que hay un artista en cada casa y programas televisivos que se empeñan en venderte artistas manufacturados en tres meses, de poco sirve cuestionarlo y mostrar el lema conocidísimo de "La fama cuesta".

El espectáculo, de tres horas de duración con descanso de 15 minutos incluido, brilla más en sus partes cantadas y bailadas que en las habladas. El despliegue de medios es impresionante: más de 20 personas en escena, música en vivo, escenografía e iluminación inmejorable. Sin embargo, hubo momentos en que los instrumentos impidieron que el público escuchara partes cantadas.

El montaje recurre a la esencia que hizo triunfar la película y la serie televisiva mundialmente conocida pero no a sus personajes originales. Los nostálgicos que acudieron al Gran Teatro para ver quién podía hacer de Leroy, Bruno o el profesor Sorovsky sólo pudieron ver algunos clichés con nombres cambiados y tuvieron que conformarse con escuchar el tema principal como show de cierre.

Fama es un producto bien promocionado y vendido en tiempos en los que el teatro musical vive buenos momentos. Todo lo relacionado con los años 80, incluidas sus series televisivas, se está convirtiendo en un buen filón a explotar. El día menos pensado podremos ver en escena cantando y bailando al Equipo A, los lagartos de V o Michael Knight y su coche fantástico. Si es así, que Dios nos coja confesados.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios