Una exposición recorre la vida de Manolete a través de 150 fotografías
El bulevar del Gran Capitán acoge la muestra, que incluye imágenes procedentes de varios archivos y que refleja distintos perfiles públicos y privados del torero fallecido en el año 1947
A Manolete alguna vez se le ha atribuido la misma incapacidad que a Greta Garbo: la de la sonrisa. Si la promoción de Ninotchka se centró en el lema "Garbo laughs", o sea, "Garbo ríe", la exposición Manolete dentro ofrece entre sus sugerencias una diversa galería de imágenes sonrientes del torero, que aparece relajado y risueño en variados contextos y situaciones. Organizada por el Ayuntamiento, proyecta "una visión distinta" del cordobés "desde lo más íntimo hasta lo más social", de la esfera privada al mito generacional, a través de siete bloques ensamblados en una singular forma que evoca un laberinto, con objeto de que cada visitante "lo vea como quiera verlo" y "escoja el camino que desee" para "penetrar" en la esencia del personaje.
Así lo afirma Fernando González Viñas, comisario de la exposición, que permanecerá instalada hasta el 9 de julio en el bulevar del Gran Capitán y que posteriormente viajará a Madrid, Bilbao, Nimes (Francia) y México, según el teniente de alcalde de Cultura, David Luque. Consta de alrededor de 150 imágenes, procedentes de diversos archivos y colecciones privadas, así como del Museo Taurino. Entre sus autores, Ricardo, Santos Yubero y Lara. La muestra se completa con frases y textos sobre Manolete de escritores y artistas como Jorge Oteiza, Edgar Neville, Néstor Luján y Eugenio d'Ors.
El Manolete privado y el cosmopolita se dan cita en una colección que supone un recorrido por su vida: vueltas al ruedo, salidas a hombros, convalecencias en sanatorios, naturales y miradas, el cigarrillo y las gafas de sol. Está Manolete en batín y en pijama, en pose y en sorpresa, y comparecen personas clave en su vida como Camará, Lupe Sino y doña Angustias, su madre, con su inquietante parecido, como alguien señaló, con Miguel Castillejo. Hay también militares, obispos y jefes de Estado que se acercaron al torero que estaba marcando una época.
Una exposición "central" en el programa conmemorativo organizado por el Ayuntamiento, según Luque, que considera que Manolete sigue siendo "un gran desconocido" y espera que este proyecto contribuya a proyectar entre los ciudadanos una imagen más completa, y por ello adecuada, de uno de los cordobeses más célebres del siglo XX.
Manuel Rodríguez Sánchez Manolete como hombre y como mito, su faceta más familiar y la profesional, se unen también en la exposición que Fusión Internacional por la Tauromaquia (FIT) inauguró el pasado mayo en la Sala Orive y que reúne piezas -algunas nunca expuestas al público- procedentes del Museo Taurino y de 14 coleccionistas particulares.
Visitable hasta el 15 de junio, la muestra introduce a través de carteles explicativos y fotografías al visitante en el universo de Manolete, en Córdoba como tierra del toreo y en la forja y el nacimiento del mito. También se exhiben un capote de brega con la firma original del torero de la colección de Juan Barco, la cabeza del toro Gitano, un vestido de torear utilizado en Santander y otro que Manolete regaló a la Hermandad del Caído, de la que fue hermano mayor. La última tarde del torero se refleja en el pañuelo con el que taparon su herida en Linares, el capote de paseo que lució y el traje que llevaba de reserva para ese día.
Las actividades del centenario continuarán a lo largo del año y contarán entre sus protagonistas con artistas musicales como Jaime Urrutia y Álvaro Tarik.
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