"El éxito no es buen motivo para cambiar; al contrario, ahora hay que reafirmarse"

A estas alturas, pocas presentaciones requiere el dúo zaragozano Amaral, autor de himnos del calibre de El universo sobre mí y Salir corriendo y que ahora mismo se encuentra metido de lleno en una larga gira veraniega. Juan Aguirre, convertido ya en una especie de clásico de la música española de la actual década, responde al otro lado del hilo telefónico con la misma timidez y el mismo oficio que pregona en el escenario.

-La gira de Gato negro / Dragón rojo se presenta ambiciosa en un año en que la mayoría de los grupos han perdido fechas en su agenda respecto a temporadas anteriores. ¿Han terminado de cruzar los dedos?

-Es la gira más extensa que hemos hecho. Son 35 conciertos hasta octubre en España y luego viajaremos a Europa y América. Lo bueno es que nos hemos acercado mucho al sonido ideal que teníamos en la cabeza cuando terminamos de grabar el disco, eléctrico y muy enérgico, muy vivo. Los siete músicos que pisamos el escenario logramos reinventarnos en cada concierto, estamos muy despiertos y eso es importante. Con respecto a lo que dices, nos sentimos muy agradecidos porque esto lo ha hecho posible el público en un año en que muchos grupos lo están pasando mal.

-El grupo ha reunido una formación mayor respecto a la gira anterior. ¿Les ha resultado difícil adaptar la producción de Gato negro / Dragón rojo al directo?

-Nos salió un disco largo, doble, sencillamente porque no queríamos prescindir de ninguna de sus 19 canciones. Todas ellas transcurren por diversos estados de ánimo, e intentamos plasmar eso en directo. Pero una buena canción no necesita llevar muchas cosas dentro, sólo lo preciso. En el estudio es la propia canción la que manda y en los conciertos todo depende de la complicidad entre los músicos.

-Al igual que en la gira de Pájaros en la cabeza, durante el preludio en que los músicos se preparan en el escenario suena como sintonía All tomorrow's parties de The Velvet Underground. ¿Se trata de una declaración de intenciones?

-Así es. Para nosotros la independencia es algo muy importante. Siempre hemos sido independientes, desde que tocábamos en los bares. Sabemos de donde venimos, somos una banda de una ciudad de provincias, nuestro éxito ha crecido pero esto no es suficiente motivo para cambiar. Al contrario, hay que reafirmarse. Por eso autoeditamos nuestros discos. No sabemos hacerlo de otra manera, igual que los músicos que nos gustan. La independencia es una cuestión de principios, no llevar una determinada marca de zapatillas. Mucha gente se ha sorprendido de nuestro éxito, pero para nosotros el éxito es llegar a donde hemos llegado sin haber renunciado a nuestra independencia. El problema no es que nos haya ocurrido a nosotros, sino que debería ocurrirle a otros muchos grupos. Por nuestra parte, seguimos colaborando con sellos y bandas independientes, como siempre.

-¿Ha cambiado mucho su manera de componer desde el principio?

-Básicamente no. Partimos de una idea más o menos establecida y la vamos desarrollando. Antes trabajábamos casi siempre con guitarras, ahora componemos también a partir de ritmos, con la batería o con bases programadas. Es una labor muy íntima, necesitamos estar solos y aislarnos del mundo, del éxito y de las listas de ventas. Es un proceso caótico y desordenado.

-Como el arte.

-Imagino.

-En Gato negro / Dragón rojo toca Peter Buck, guitarrista de REM...

-Sí. Le enviamos una canción a través de un amigo por correo electrónico, accedió y grabó su parte en Portland. REM es un ejemplo para nosotros de lo que te contaba antes sobre la independencia y el éxito. Y que Peter Buck participe en el disco, con toda la naturalidad del mundo, nos parece un episodio significativo.

-¿Puede ser también un ejemplo de que el pop español se ha sacudido al fin los complejos?

-No sé si somos un modelo para el pop español. Ni siquiera sé si somos una banda de pop, de rock o incluso de folk. Si analizara lo que somos desde fuera, igual tendría una opinión distinta a la de la mayoría de quienes nos escuchan. Lo que sí te puedo decir es que nosotros nunca hemos tenido complejos a la hora de invitar a gente diferente a tocar con nosotros, ya sean Peter Buck o Sunday Drivers. Nunca nos hemos puesto límites.

-¿Piensan mucho en el futuro? ¿Cómo se ven dentro de diez o veinte años?

-Procuramos no pensar y dejar que la cosa cambie como tiene que hacerlo. Eso sí, nos obsesiona el compromiso de no hacer nunca una segunda parte de ninguno de nuestros discos. Jamás grabaremos Gato negro / Dragón rojo 2. No queremos sonar igual a nada de lo que hayamos tocado antes. Tenemos sólo cinco discos, pero si los escuchas seguidos uno detrás de otro verás que no se parecen.

-Aunque no les guste hablar del futuro, ¿qué será de Amaral cuando acabe esta gira?

-Guardaremos silencio y nos dedicaremos a componer. Nos quedaremos retirados el tiempo que nos haga falta. Hasta que tengamos algo nuevo que decir.