Cultura

Una etapa modélica

  • La llegada de Stern y Romita Jr. a 'El asombroso Spiderman' en 1982 acabó con la zozobra creativa que sufría la serie desde 1974

Los poco más de dos años que el tándem Roger Stern-John Romita Jr. trabajó en la cabecera The Amazing Spider-Man, a comienzos de la década de 1980, permanecen en la retina del aficionado al género como una etapa modélica, el mejor ejemplo de que es posible insuflar vida nueva a los personajes Marvel sin recurrir a soluciones drásticas o extravagancias. Hay quien incluso va más allá, como el estudioso del personaje Julián M. Clemente, que en el prólogo del presente volumen califica estos episodios como "una etapa perfecta" y considera que "Stern se ha ganado el puesto del segundo escritor, solo superado por Stan Lee, que mejor ha sabido entender a Peter Parker, y Romita Jr. el del dibujante definitivo del héroe arácnido". No sé si la opinión de Clemente será exagerada, pero indudablemente es un síntoma de la extraordinaria calidad de unos episodios que conjugan el aroma clásico con un estilo decididamente moderno.

Más allá de valoraciones personales, no se puede negar que Stern y Romita Jr. concedieron estabilidad y firmeza a The Amazing Spider-Man, uno de los buques insignias de Marvel, cuyo rumbo creativo había zozobrado desde la marcha en 1978 del equipo formado por el guionista Len Wein y el dibujante Ross Andru. Por un motivo u otro, las aportaciones de Marv Wolfman y Keith Pollard o la breve etapa de Dennis O'Neil -acompañado por el propio Romita Jr. en los lápices- resultaron fallidas, y nadie parecía capaz de devolver al personaje la excelencia de antaño. La llegada de Stern y Romita Jr. en el número 224 (enero de 1982), el primero de su larga estancia, ponía fin al periodo de deriva creativa y sentaba las bases para un nuevo estándar de calidad merced a arcos argumentales tan recordados como los Juggernaut, Cobra y Míster Hyde, o Tarántula y Fuego Fatuo.

Stern trajo a Mary Jane de vuelta a la serie tras una larga ausencia, enfrentó a Peter Parker con su futuro laboral y a Spiderman con una amplia nómina de villanos, actualizó y remozó a un personaje tan emblemático como el Duende Verde -reconvertido aquí en el Duende- y firmó episodios inolvidables como ¡El niño que coleccionaba Spiderman!, uno de los pocos de la etapa que no dibuja Romita Jr, sino Ron Frenz. Por su parte, un excelente Romita Jr. devolvió a la cabecera la línea estética elegante y realista que comenzó con su padre el legendario John Romita y forma parte del santo y seña de The Amazing Spider-Man. Apoyado por las tintas de Jim Mooney, Frank Giacoia o Dan Green, las páginas de Romita Jr. son un compendio de dinamismo y solidez narrativa.

El asombroso Spiderman de Roger Stern y John Romita Jr., grueso volumen de la colección Marvel Héroes, recopila esta que para algunos es la última etapa clásica del personaje y para otros la primera moderna. Van aquí los números 224 a 251 de The Amazing Spider-Man (enero de 1982-abril de 1984), junto con los Annuals 16 y 17 (1982, 1983), y además de los artistas principales figuran aportaciones puntuales de Jan Strnad, Rick Leonardi, Bill Mantlo, Bob Hall, Ron Frenz y Ed Hannigan.

Roger Stern, John Romita, etc. Panini. 736 páginas. 42 euros.

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