El arte esquizofrénico y sofisticado de Martín Ramírez llega al Reina Sofía
El museo madrileño exhibe hasta el 12 de julio la primera muestra que se realiza en Europa sobre este artista mexicano que murió hace 47 años en un psiquiátrico
La primera exposición en Europa de Martín Ramírez, artista mexicano que murió hace 47 años en un psiquiátrico estadounidense donde pasó tres décadas, llega esta primavera al Museo Reina Sofía de Madrid a través de Martín Ramírez. Marcos de reclusión, una muestra que reúne 62 obras de las que "más o menos seis" fueron autentificadas por expertos hace poco tiempo, según señaló la comisaria de la exhibición, Brooke Davis Anderson.
La muestra, abierta hasta el 12 de julio, aporta dos novedades: hasta la fecha la obra de Martín Ramírez (1895-1963) se había exhibido en colectivas compartiendo protagonismo con otros artistas con enfermedades mentales. Y la segunda es, como recordó el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, que nunca antes su obra "sofisticada" se había mostrado en una pinacoteca dedicada al arte contemporáneo.
Según Borja-Villel, el nombre de Martín Ramírez fue conocido a partir de los años 60 del siglo pasado, pero fue reconocido a nivel global tras la retrospectiva que organizó el American Folk Art Museum de Nueva York, la cual recibió críticas positivas en el diario New York Times y en la revista The New Yorker, que avalaron a este artista maldito.
Para el director de la pinacoteca, Martín Ramírez estaba dentro del "arte marginal, primitivo y aculturado que se representa de una manera inmediata sin las contriciones del lenguaje recibido". A partir de Martín Ramírez. Marcos de reclusión se plantea una vuelta de tuerca, según Borja-Villel, ya que "la idea marginal ha sido sustituida por la idea del otro".
Al artista mexicano se le diagnosticaron varias enfermedades mentales pero según los médicos hay más consenso en que padeció esquizofrenia, lo que le llevó a vivir durante 30 años en hospitales psiquiátricos. Las 62 obras de la muestra fueron realizadas por Martín Ramírez en sus últimos 15 años de vida. El autor murió a los 67 años en el psiquiátrico DeWitt State Hospital (norte de California), donde el artista y psicólogo finlandés-estadounidense Tarmo Pasto entró en contacto con él.
Este encuentro fue y ha sido decisivo para que se hayan conservado estas obras, que fueron hechas materiales de muy baja calidad, explicó Anderson. "Las sábanas de papel del psiquiátrico, trozos de papel de la basura y de revistas" los pegaba con una sustancia que Ramírez creó con "saliva, fécula de patata y, a última hora, pegamento", según narró la comisaria. Y su mesa de trabajo fue "el suelo de una sala donde vivían 70 enfermos mentales y tuberculosos" en un espacio de reducidas dimensiones del DeWitt State Hospital. Por este motivo los trabajadores de la clínica fueron progresivamente quemando los cuadros ante el temor al contagio de la tuberculosis que padecía el artista hasta que Tarmo Pasto empezó a guardarlos.
Ahora sus cuadros, hechos con trozos de papel a lápiz y cera y que representan geometrías que remiten al interior y exterior de los templos de Los Altos de Jalisco (su tierra natal), ciervos, caballos y trenes; se cotizan en el mercado por seis cifras y forman parte de fondos de colecciones privadas y públicas. Su familia no tiene ni un cuadro de él, según confirmó María de Jesús Reyes Ramírez, la nieta mayor del artista, que asistió al acto de inauguración de Marcos de reclusión. Y sobre los derechos de la familia con respecto a la obra, la nieta afirmó: "no sabría decirle nada de esto".
No hay comentarios