Los enigmas de Giorgio de Chirico llegan a Barcelona
Más de 140 obras, entre óleos, dibujos, litografías y esculturas, integran la mayor antológica del artista italiano en España
Los maniquíes, los gladiadores, las plazas de Italia y los baños misteriosos del enigmático mundo de Giorgio de Chirico, padre de la pintura metafísica, se apoderan hasta el próximo 22 de octubre de CaixaForum Barcelona, en la mayor antología organizada hasta ahora en España del maestro italiano.
Un total de 142 obras, entre óleos, dibujos, litografías y esculturas, de toda su trayectoria, desde 1913 a 1976, se exhiben a partir de hoy en El mundo de Giorgio de Chirico. Sueño o realidad, algunas de ellas poco vistas, como las esculturas en terracota realizadas a partir de 1940 y las creadas entre los años 1968 y 1970 en bronce, con unas tiradas limitadas.
Las comisarias Mariastella Margozzi y Katherine Robinson han optado por una exposición cronológica, dividida en seis ámbitos, para dar a conocer al gran público una figura artística considerada un nombre esencial de la historia del arte del siglo XX, referente visual y precursor del surrealismo.
Nacido en Grecia, donde el padre trabajaba como ingeniero de ferrocarriles, inició allí sus primeros estudios, pero a los 18 años, tras morir el progenitor, la familia regresó a Italia, de donde era originaria, trasladándose posteriormente a Alemania.
De allí volvieron a Florencia, donde De Chirico pintó, en 1910, el que se considera su primer cuadro metafísico, El enigma de una tarde de otoño, inspirado en una visión que tuvo en la plaza de la Santa Cruz.
El presidente de la Fondazione Giorgio e Isa de Chirico, Paolo Picozza, mostró ayer su satisfacción por cómo se ha organizado la muestra, creándose incluso una suerte de plaza italiana en la parte central, con unos arcos y unas columnas que "a De Chirico le hubieran gustado". Destacó que se pueden ver "obras extraordinarias de todos sus periodos", desde el Retrato de la señora L. Gartzen, de 1913, a Plaza de Italia con fuente, de 1968, o El contemplador, de 1976, y Visión metafísica de Nueva York, de 1975.
En su alocución rememoró, por otra parte, que conoció al artista, al que califica como el gran pintor del siglo pasado junto con Pablo Picasso, siendo abogado en una causa civil que tenía que ver con obras falsas. Precisamente, reconoció que a lo largo de los años ha habido muchas falsificaciones de sus obras e incluso se llegó a organizar una exposición con todos sus "falsos metafísicos".
Una parte de la muestra, Interiores metafísicos, está integrada por las obras ligadas a su estancia en la ciudad de Ferrara, donde cumplió el servicio militar y descubrió la arquitectura del Renacimiento.
También te puede interesar
Lo último