Cultura

"Estar dentro del cine provoca unas sensaciones muy especiales"

  • El Goya a la mejor canción original por 'Nana de la hierbabuena', incluida en 'La voz dormida', impulsa la carrera artística de la cordobesa, residente en Canarias

En el alud emocional de La voz dormida destaca como pieza esencial la Nana de la hierbabuena de Carmen Agredano. Nacida en La Coronada (aldea de Fuente Obejuna) y residente desde 1994 en Las Palmas de Gran Canaria, donde ha trabajado como profesora de lengua y literatura en varios institutos, Agredano es una aficionada al flamenco cuya trayectoria artística adquiere una nueva dimensión después de ganar el pasado domingo el Goya a la mejor canción original. La cordobesa protagonizó en 2010 el proyecto Celosías, desarrollado en Cuba a partir de una fusión de poesía y flamenco.

-¿Cómo vivió la gala?

-Con una emoción tremenda, acompañada por mi hijo y con el apoyo de mucha gente que apostaba por mí porque decía que la Nana de la hierbabuena era la única de las canciones finalistas que realmente se integraba en la historia de la película y que, además, contaba una historia dentro de otra. Yo no me lo creí hasta que escuché mi nombre, y entonces me vino un subidón de todo, de alegría, de emoción... Y no sólo por mí sino por la película en general. Benito Zambrano hizo un gran esfuerzo para sacar adelante esta película y creo que el número de premios que ganó el domingo no reconoce este trabajo.

-¿En qué se basó para componer esta nana?

-En primer lugar, en la novela de Dulce Chacón. Yo la leí en 2002 y me impresionó. Porque soy cordobesa y conozco casos como los que narra la novela, que es una historia de mujeres sufridoras y republicanas. También me estimuló mi sentimiento de madre. Imaginé qué sentiría si me viera en el papel de esa mujer que sabe que no va a ver crecer a su hija.

-¿Qué ha supuesto para usted participar en la creación de una película como La voz dormida?

-Ha sido una cosa maravillosa. El cine es el mundo de la fantasía y estar dentro de él provoca unas sensaciones muy especiales. Benito me invitó al rodaje y me hizo un regalo extraordinario: me dio la oportunidad de estar presente en la secuencia en que Inma Cuesta le canta a su hija la nana, dándole el pecho, la noche antes de ser fusilada. Me puse a llorar. Él me llamaba algunas noches, me pedía otra estrofa para un personaje determinado... Ha sido una experiencia muy bonita.

-¿De dónde procede su afición al flamenco?

-Me gusta desde pequeña. Mi padre cantaba mucho y muy bien. Recuerdo conciertos de Lole y Manuel en la plaza de la Corredera de Córdoba, con su grupo de gitanos. Yo oía mucho flamenco y me encantaba, y de adolescente cantaba en las tabernas de Córdoba, por Lole y Manuel.

-¿Qué relación tiene con su localidad natal?

-Voy muchísimo. Allí la gente se ha volcado. Me cuentan que el domingo la gente salió a la calle a celebrarlo y que cuando vaya me van a hacer un homenaje. Allí estaba mi hermano, que murió hace poco, y están mis sobrinos y amigos... Es lo que tienen estos pueblos tan pequeños: todos somos familia o muy conocidos.

-¿En qué proyectos trabaja ahora?

-Quiero centrarme en la composición, al margen de que luego sea yo u otra persona la que cante las piezas. El último año ha sido difícil por diversas circunstancias pero espero ponerme a componer y tener algo dentro de unos meses para sacarlo adelante.

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