El libro 'No se lo cuentes a nadie' reúne cartas personales de diez creadoras

Ocho escritoras y dos cineastas participan en una obra coral sobre la intimidad femenina

Efe / Madrid

14 de junio 2011 - 05:00

"Espero que cuando recibas estas líneas te encuentres bien". Esta frase que internet ha dejado antigua era una forma de comenzar una carta, una forma de relación íntima y verdadera que han recuperado ahora diez mujeres, ocho escritoras y dos cineastas, en el libro de misivas No se lo cuentes a nadie.

Cristina Peri Rossi, Diana Patricia Decker, Liliana Heker, Elena Bossi, Isabel Núñez, Elena Vilallonga, Esmeralda Berbel, Lydia Zimmermann, Alejandra Costamagna y Andrea Palet son las autoras, de ambos lados de la orilla, que se han carteado durante un año y cuyas misivas han reunido en No se lo cuentes a nadie, publicado por Demipage.

Una conversación en voz muy baja, entre dos -cada una ha elegido a su interlocutora-, en la que hablan de su día a día, de las circunstancias personales y sociales, de la ciudad en la que viven, de sus amores, frustraciones, dudas, certezas, películas, lecturas, autores, arte, desamores, de sus hijos; de la vida y de la muerte.

Una de las protagonistas que más se desnudan en estas cartas es la poeta y narradora uruguaya Cristina Peri Rossi, afincada en Barcelona durante años, quien se cartea con su compatriota Diana Patricia Decker.

"En seguida acepté este carteo -explica la autora- porque añoro mucho ir al buzón y ver que tengo algo más que facturas. Amo los sobres y las letras, y aunque uso internet y las redes sociales, esta relación tan particular que se da en la carta es imposible mantenerla en la Red, y cito a McLuhan , cuando decía que el medio es el mensaje, y yo digo que el tiempo y la intimidad que exige la carta son contrarios a internet".

La autora de El amor es una droga dura se muestra muy franca en estas cartas -porque si no sería impostura y ficción, aclara- y establece una relación confidente, de complicidad y muy literaria con Diana Patricia, y viceversa.

Peri Rossi considera que este libro recupera, además, el amor a la literatura. "Era muy necesario, porque epistolarios entre hombres ha habido muchos a lo largo de la historia, como los de Goethe y Schiller, Borges y Bioy Casares, pero ese concepto de amistad íntima va mejor con la mujer".

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