Cultura

Cloridas misceláneas flamencas

El espectáculo de Mujeres Mediterráneas en la Noche Blanca del Flamenco.

El espectáculo de Mujeres Mediterráneas en la Noche Blanca del Flamenco. / Laura Martín

El proyecto musical de Mujeres Mediterráneas abrió la primera parte del concierto en el Compás de San Francisco dentro de la programación de la Noche Blanca fusionando candencias árabes del Mawal kumtara, jibuli, sefarditas y otras de la orilla sur del Marenostrum con palos flamencos al uso.

Una cierta originalidad recreando fandangos naturales y de Huelva, la caña, guajira y colombiana, La Leyenda del Tiempo, bulerías, farruca, abandolaos, cantiñas y una bulería recordando al siempre inmortal Paco de Lucía, en una celebrada exhibición. Aportaron a su vez armonías y ritmos, con sutileza y frescura hermanando culturas y conexiones musicales andalusíes.

La segunda parte fue para la jerezana Rosario Montoya, con su piano y demás instrumentos de los brillantes componentes que la escoltaban. Todo fueron parabienes por la simpatía que esta artista, también conocida como La Reina Gitana.

Con fuerte y sencilla personalidad se volcó en agradecer a vecinos y residentes del lugar por tan buena acogida, haciéndoles saber que por ello su intervención se la brindaba a ellos, a la vez que iba por su madre y otros familiares cercanos, como artífices de ser quienes le permitieron hacer su carrera musical.

A continuación puso en juego sus ensanchados conocimientos y sintonía con la idiosincrasia de su Jerez natal, empleándose por bulerías, muchas bulerías, tangos, rumbas y el pellizco de su jondura y recreaciones al piano, con señorío y belleza.

Lo que nos lleva a resumir que las intervenciones de ambas partes de la sesión que protagonizaron agradó a la audiencia que aguardó su llegada, saliendo satisfecha de haber conectado con las concepciones musicales expuestas de las dos orillas mediterráneas.

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