"He conseguido un equilibrio vital difícil de lograr"
La primera vez que la vimos era una niña de catorce años que participaba como concursante en el programa Lluvia de estrellas. Los matices graves de su voz, junto a su carisma de gran artista, hicieron el resto y, hoy día, Tamara brilla con luz propia. No extraña el título de su álbum actual que, con cortes inéditos, tiene la fuerza del bolero más romántico aunque con el punto de actualidad que aporta su juventud.
-¿A qué alude el título del disco? ¿Tan bien le va todo?
-La perfección aparece cuando acompaña la salud, la felicidad, el amor... Todo lo que me rodea me encanta y sí, esa estabilidad es perfecta. Luego, como es lógico, hay altibajos. Soy una persona normal.
-¿Valora de forma especial mantenerse todo este tiempo en activo?
-Con once añitos decidí que quería cantar y dedicarme a los escenarios y, a los tres años, me dieron la oportunidad. Sigo teniendo mis sueños pero nunca me planteo una meta. No tengo límites.
-¿Se ha implicado mucho en la elaboración?
-Siempre lo he hecho. Se tiene que notar tu presencia en la producción, la voz... Me llegaron más de quinientos temas entre los que seleccionar los trece que han ido al final.
-¿Qué le pide entonces a una melodía para incluirla en su repertorio?
-Que me guste la letra, el título, la musicalidad... Que me haga sentir y me saque de mis casillas. Cuando no tienen nada de eso, sobran.
-Por lo que me dice, es usted muy codiciada por los autores... ¿Qué les da?
-(Risas) Tengo mucha suerte. Siempre han colaborado conmigo compositores conocidos y otros que no lo son. Supongo que les gustará mi estilo.
-Es evidente que, físicamente, ha pasado de niña a mujer. ¿También en la voz?
-La voz también te va cambiando. Sigo siendo Tamara, pero vas madurando. Al apostar por terrenos que, hasta ahora, no había pisado, me ha sorprendido mi propio registro.
-¿Se atrevería con otros ritmos?
-No descarto nada pero me siento bien aquí. De momento, no puedo plantearme cosas distintas. Nunca se sabe. Todo lo estudio. Trabajo mucho. Cada granito de arena es importante y hay que probar.
-Si escucha aquel primer trabajo, Gracias, ¿cuáles son sus sensaciones?
-Bonitas. Era mi adolescencia, cuando empiezas con esa ilusión y piensas "¿qué pasará?"
-Y resulta que hasta se ha metido a creadora...
-Sólo de una. A partir de ahora haré más porque la vivencia ha sido fantástica. Se la dedico a los míos. Muchas veces me preguntan si he perdido algo en el camino y siempre digo lo mismo: no. He conseguido un equilibrio vital difícil de lograr.
-En plena promoción, no podrá ver a Daniela todo lo que quisiera, ¿verdad?
-Echo de menos a mi familia, claro, pero hay que atender a las obligaciones. A veces, sí puedo traérmela conmigo. El resto prefiero pasarlo en mi hogar. Soy muy ama de casa y muy niñera. Voy a la compra, cocino y lo tengo todo organizado.
-¿Dejaría su carrera profesional por algo?
-Tendría que ser algo muy importante. Antes que artista soy persona y, de hecho, ya la he aparcado cuando me quedé embarazada. Aun así, no la abandonaría definitivamente. La música forma parte de mi vida.
También te puede interesar
Lo último