"No se conoce al otro Álvarez Ortega"

Juan Pastor. Presidente de la Fundación Manuel Álvarez Ortega

El albacea del escritor subraya la importancia de su legado, que incluye obra inédita, libros, cartas y 400 cuadros, y espera que las instituciones den pasos para que venga a Córdoba.

Juan Pastor, ayer, en el Rectorado.
Juan Pastor, ayer, en el Rectorado.
Alfredo Asensi Córdoba

04 de marzo 2016 - 05:00

Córdoba es la ciudad destinada a acoger el legado de Manuel Álvarez Ortega, pero el presidente de su fundación, Juan Pastor, gran amigo y albacea del poeta, advierte de que si la ciudad no muestra su voluntad de recibirlo y preservarlo se barajarán otras opciones. A partir de las conversaciones desarrolladas con el anterior equipo de gobierno, el primer paso, indica Pastor (responsable de la editorial Devenir), debe ser la firma de un convenio con el Ayuntamiento. En este sentido, ayer lanzó un mensaje claro a la teniente de alcalde de Cultura, María del Mar Téllez, en la presentación en el Rectorado del ciclo (organizado por la Cátedra Góngora y la fundación) Manuel Álvarez Ortega en el fiel infiel del legado de Góngora: "Ha cambiado la gente, pero no el Ayuntamiento". Una llamada a que se mantengan los compromisos adquiridos.

-¿Cuáles son los objetivos y los proyectos de esta fundación?

-Dar a conocer la obra de Álvarez Ortega, su mundo poético, su labor a lo largo de los años: defender el legado que ha dejado. Es muy importante lo que ha dejado, por ejemplo la correspondencia cruzada que hay en su archivo, tanto lo que recibió como lo que mandó. Pienso que es lo más valioso que tiene, junto a la biblioteca, sobre todo lo que tiene que ver con la poesía francesa. Y toda la poesía del siglo XX está ahí: libros dedicados, primeras ediciones... Otra cosa importante, que no se conoce, es su obra pictórica, de 400 cuadros, cuya calidad habrá que valorar. En cuanto a proyectos, a mí me gusta hablar de lo que se ha hecho más de lo que se va a hacer. Una cuestión básica es la investigación: no se ha investigado, no se conoce al otro Manuel Álvarez Ortega, y lo puedo asegurar porque yo lo he vivido y lo he conocido desde los años 80, y desde finales de los 90 muy intensamente. De ahí viene mi compromiso personal con él. Una hora antes de morir, me preguntó, cogiéndome la mano: "Juan, ¿y Córdoba?".

-En la preservación de este legado, ¿qué papel deben representar las instituciones cordobesas?

-Un papel total, y el patronato de la fundación lo tiene claro. La voluntad de Manuel era que todo lo que ha dejado viniera a Córdoba. Después de muerto le hicimos aquí un homenaje los amigos: se intentó que fuera institucional, pero no lo fue... Con el Ayuntamiento sí se habló del legado y ofreció la Casa Góngora para acogerlo, hay documentos que lo muestran, y lo que se nos dijo fue: vosotros constituís la fundación y posteriormente hablamos y hacemos un convenio. Ya hemos constituido la fundación, y ahora las instituciones harán lo que tengan que hacer: lo que nos gustaría es que en ella estuvieran el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad, y la Junta de Andalucía si lo ve oportuno.

-¿Ha afectado al proyecto el cambio del gobierno municipal?

-A ver..., qué quieres que te diga... La primera vez yo vine aquí mandado por Manuel, con un poder, me dirigí al Ayuntamiento y me recibió muy bien Juan Miguel Moreno Calderón. Posteriormente llegamos a un acuerdo y nos ofrecieron la Casa Góngora. La vimos, yo se lo conté a Manuel y él estaba de acuerdo. Después murió, y cuando murió..., ni flores. Luego el Ayuntamiento puso a nuestra disposición un técnico, que se reunió con nuestro abogado. Así hasta el homenaje que le hicimos los amigos, donde intentaron jugar ciertas cosas no muy claras... Yo seguí insistiendo y el día en que se constituyó la fundación tenía en casa un mensaje en el contestador de la secretaria de María del Mar Téllez. Vine a Córdoba y me recibió con el técnico al que ya conocíamos. Téllez me dijo: hay que ver en qué repercute en Córdoba lo que dejó Manuel.

-Ustedes lo que quieren es elaborar el convenio para encauzar el proceso.

-Claro. Hemos llegado a un acuerdo, por coincidencia, con la Cátedra Góngora para hacer este ciclo, pero nosotros estamos aquí por lo que estamos. Es normal que en una relación de este tipo haya sus más y sus menos...

-¿Hay poesía inédita de Álvarez Ortega?

-Sí, hay cosas importantes, hay mucho que investigar, muchos matices dentro de su obra y de su mundo. Hay una correspondencia importante con poetas de Córdoba, y una antología hecha por él con cartas incluidas. Córdoba era para él la niña de sus ojos. Quería que su legado viniera aquí, pero que quede claro que ante el notario dejó la puerta abierta a otra opción. Él dejo su legado a la fundación para que ésta lo gestione. Su voluntad era que viniera a Córdoba, pero ya no depende de nosotros.

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