El conjunto monumental y el pósito de Iznájar serán declarados BIC
La protección, que engloba el entorno del castillo y la iglesia de Santiago Apóstol, busca garantizar la correcta visualización y percepción de los bienes en su conjunto
La Consejería de Cultura, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, ha incoado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Monumento, la iglesia de Santiago Apóstol de Iznájar y el pósito (depósito de cereal de carácter municipal) de la localidad, así como la delimitación del castillo y la muralla urbana y su entorno común.
Con esta medida de protección, según Cultura, se pretende garantizar la correcta visualización y percepción de los bienes patrimoniales en su conjunto, lo que permite el estudio y el análisis del desarrollo histórico de la zona en la que la se ubican. Estos inmuebles, que constituyen un conjunto monumental de gran interés histórico artístico, se sitúan en la zona más alta de la población, en un enclave de gran valor paisajístico, de ahí que se insista en una protección no sólo de los bienes inmuebles sino del entorno en el que éstos se localizan para evitar así cualquier alteración en el paisaje.
El conjunto monumental de Iznájar está integrado por el castillo, que dio nombre a la población, el recinto amurallado, que envuelve todas las edificaciones que se fueron asentando en la cima de la colina, y la iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XVI. En la construcción de este inmueble, en el que puede apreciarse la asimilación tanto del renacimiento pleno como del manierismo, participaron maestros del arzobispado como Hernán Ruiz II o Francisco Delgado.
Otro de los elementos patrimoniales que entrarán a formar parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz es el pósito, un edificio histórico de carácter civil de finales del siglo XVIII que albergaba una de las instituciones seculares del mundo rural con mayor raigambre y prestigio de la región andaluza. Este edificio fue rehabilitado a finales de los años 80 del siglo pasado para ser usado como biblioteca municipal, respetando la planta original y la estructura.
La muralla urbana, que también quedará protegida con este procedimiento, surge en el entorno del propio castillo, extendiéndose por la parte más elevada del promontorio, envolviendo todas las edificaciones que se fueron asentando en torno a éste y conformando uno de los conjuntos monumentales más singulares de ese momento histórico. En el espacio de intramuros se localizaban la mezquita, los baños y las casas de los nobles. Posteriormente, y debido al aumento de la población de la villa, tuvo lugar una ampliación del recinto amurallado.
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