Concierto de guitarra de Cecilia Moreno | Crítica

Un debut muy prometedor

Concierto de guitarra de Cecilia Moreno.

Concierto de guitarra de Cecilia Moreno. / Juan Ayala

Sensacional debut en Córdoba de la jovencísima guitarrista Cecilia Moreno Úbeda, una jiennense (Peal del Becerro) que con apenas 20 años atesora unas cualidades  extraordinarias para expresarse a través de un instrumento tan delicado como la guitarra.

Así lo demostró la pasada tarde en el Ciclo de Jóvenes Intérpretes, evento que reúne cada año a una selección de los mejores estudiantes que se forman en nuestro Conservatorio Superior. No habría espacio aquí, en esta breve crítica, para desvelar todos los aspectos del arte de Cecilia, pero les destacaré alguno: llama la atención, en primer lugar, su precioso y dúctil sonido, resultado de un gesto técnico muy natural y de una búsqueda deliberada de la belleza y la plasticidad; algo que sorprende en una guitarrista tan joven.

Su lectura de Hika de Leo Brouwer —en la que parece detenerse el tiempo— dio buena muestra de las cualidades tímbricas de esta guitarrística. En segundo lugar destacaría su arrojo en el escenario y su compromiso con la música que interpreta. Arcas sonó flamenco, pero sin perder elegancia, y en Sor, Cecilia supo enfatizar el elemento romántico tocando a un tempi y con una intensidad que no son habituales en las interpretaciones de la música guitarrística del XIX.

Pero si hubo un momento en el que Cecilia brilló de una manera especial fue en sus lecturas de Bach y Manjón. Respecto al primero, interpretó la conocida primera suite para cello en una transcripción realizada en las coordenadas del laúd barroco: para ello se sirve de una afinación diferente y de un uso muy particular de las digitaciones y la ornamentación.

El resultado fue muy sorprendente, por cuanto se aleja de las convencionales versiones para guitarra de esta suite. Cecilia supo combinar con maravilloso buen gusto la acentuación de las danzas y el canto melódico.

Por otra parte, en su lectura de Aire Vasco de Manjón—piedra de toque del virtuosismo guitarrístico— la joven guitarrista dio buena muestra de una habilidad técnica puesta al servicio del fraseo y no del exhibicionismo, sobre todo en las rápidas variaciones del zortzico, absolutamente líquidas, sin aristas ni acentos fuera de lugar. Admirable. En definitiva: un concierto muy revelador. No puedo por menos que augurar a esta joven guitarrista un gran futuro. Que las hadas te acompañen Cecilia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios