Cultura

El centro gongorino vira hacia una casa de las letras más dinámica y viable

  • El Ayuntamiento inicia contactos con la Diputación y la Universidad para acuñar un nuevo modelo de equipamiento que resulte más sostenible y versátil Mantendrá su uso expositivo

La reformulación del proyecto del Centro de Estudios Gongorinos, que figuraba en el programa electoral del PP y ha sido apuntada en varias ocasiones por el responsable municipal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, camina ya hacia la concreción de un nuevo diseño de equipamiento que se pretende más viable y dinámico, más enfocado hacia los autores y los ciudadanos que hacia los investigadores. Góngora tendrá su espacio y sus momentos pero no será el protagonista de lo que se perfila más bien como una casa de las letras que el Ayuntamiento quiere poner en marcha antes de que concluya la legislatura con un planteamiento más austero que el que establecían los estatutos del citado centro, que postulaban una dotación de infraestructura y personal que en estos momentos resulta inasumible. Por otra parte, la planta baja de lo que se conoce como Casa Góngora, en la calle Cabezas, se mantendrá como sede para exposiciones municipales.

El proyecto contempla la creación de una cátedra universitaria que lleve el nombre del poeta, por lo que no conlleva la completa anulación de la vertiente académica del centro, pero el viraje hacia otro modelo, más realista y versátil, es claro. En realidad, el edificio lleva camino de convertirse en un espacio cultural polivalente que acoja la casa de las letras, con el nombre que finalmente reciba y a la que se intentará dotar de una programación de actividades estable, y las salas de exposiciones. Para ello, la delegación municipal de Cultura ha iniciado contactos con la Diputación (implicada desde primera hora junto al Ayuntamiento en el Centro de Estudios Gongorinos) y la Universidad. Una colaboración que en los próximos meses no se limitará a esta experiencia, ya que las dos últimas solicitan la ayuda del Ayuntamiento para la reapertura de la sala Puertanueva.

Hay que remontarse más de una década para escarbar en el origen de un proyecto que ha sufrido prolongados periodos de estancamiento. En realidad, un bloqueo casi permanente (nunca ha llegado a ponerse en marcha) salpicado por puntuales pinceladas (la redacción de los estatutos y una dotación económica inicial fueron las más significativas) que señalaban avances que nunca tuvieron la continuidad que el proyecto demandaba. La hemeroteca es esclarecedora en este sentido. El consejo rector del consorcio creado por el Ayuntamiento y la Diputación para regular el funcionamiento del centro anunció a comienzos de octubre de 2008 que se reuniría en breve con el fin de realizar los nombramientos necesarios para la gestión administrativa y técnica del organismo (entre ellos el del director). La Casa Góngora, restaurada por el Ayuntamiento, fue inaugurada en noviembre de 2006 entre promesas políticas que anunciaban una pronta puesta en marcha del equipamiento. Al menos ha desempeñado la función expositiva.

El centro gongorino contemplaba una biblioteca, una sala de uso polivalente, una sala para investigadores y las pertinentes dependencias administrativas. Y un comité asesor integrado por el presidente del consorcio, el director y seis personas de prestigio internacional en el ámbito de los estudios gongorinos

El programa con el que el PP concurrió a las últimas elecciones municipales (que incluía el compromiso de poner en marcha este espacio) especificaba que el equipamiento, reconvertido en casa de las letras, tendrá "una doble vertiente: revitalizador de la figura de Luis de Góngora y centro vivo de promoción de la poesía". Pone, pues, el foco principal sobre el género al que Góngora aportó sus mejores páginas, que es además el que goza de una mayor vitalidad en Córdoba. Algunos escritores locales han manifestado ya su conformidad con el nuevo rumbo del proyecto, si bien no son pocos los que muestran cierto grado de escepticismo sobre su verdadero alcance. Así, en un sondeo realizado por este periódico, Pablo García Casado se preguntaba: "¿Tendrá presupuesto para actividades? ¿Qué actividades? ¿A quién estaría destinado y por qué la gente tendría que ir a la calle Cabezas, por ejemplo, un martes a las 20:00? ¿Qué ocurriría el día después de la inauguración del alcalde? ¿Qué equipamiento habría? ¿Quién sacaría la basura del centro? ¿Lo gestionaría el Ayuntamiento o una empresa privada? ¿Y en qué beneficiaría esta casa a los escritores, a los presentes y a los futuros? ¿Y al resto de los ciudadanos?". Preguntas que siguen flotando y esperan respuesta.

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