"El camino ha valido la pena"

El desarrollo del proyecto Córdoba 2016 es la labor a la que Manuel Pérez ha dedicado los últimos ocho años. El director de la oficina municipal de la Capitalidad será mañana uno de los cuatro portavoces de la candidatura ante el jurado internacional reunido en Madrid. Le acompañarán en la exposición, de media hora de duración (a la que seguirán otros 30 minutos de preguntas), el alcalde, Andrés Ocaña; el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, y la gerente de la Fundación Córdoba Ciudad Cultural, Carlota Álvarez Basso.

-¿Cómo llega Córdoba a este momento decisivo?

-Llegamos bien preparados, con una candidatura sólida, muy elaborada y apoyada, trabajada colectivamente y que pretende plasmar el trabajo continuo de ocho años. Está llena de contenido, como no podía ser de otra manera.

-¿Qué ha supuesto para Córdoba en términos de beneficio desarrollar este proyecto a lo largo de casi una década?

-El camino ha valido la pena. Desde que empezamos dijimos que tan importante es llegar como la forma de hacerlo y el camino que se recorre. Yo creo que Córdoba ha cambiado culturalmente de manera espectacular. Basta comprobar la programación, las actividades y el tejido cultural de la ciudad en 2002 con los de ahora. En aquel momento no existían Cosmopoética, Eutopía, Animacor, galerías de arte que hoy están en marcha... Desde los puntos de vista de la programación, la gestión y la formación de gestores culturales hemos desarrollado un camino absolutamente fructífero. Pero queremos recorrerlo hasta el final, de ahí la necesidad de continuar hasta 2016.

-Hay mucha competencia y candidatas muy cualificadas. ¿En qué es superior el proyecto cordobés?

-No conocemos en detalle todos los proyectos, y por lo tanto es arriesgado hacer este tipo de valoraciones. Nosotros podemos hablar del nuestro y decir en qué es fuerte. Lo es en la forma de interpretar y abordar los problemas europeos actuales que tienen que ver con la convivencia, el diálogo de culturas y la forma de integrar lo diferente. Esos son los elementos que sustentan la candidatura de Córdoba y que hoy están en la agenda política y cultural europea. La interculturalidad es uno de los fundamentos de nuestro proyecto: desde la propia concepción del dossier de principio a fin hasta muchas de las propuestas que se hacen para 2016 tienen que ver con ello. Esta proyección de Córdoba como ciudad intercultural, como interlocutor importante con el mundo árabe, nos parece relevante. Es importante señalar que, frente a ciertas actitudes extremistas que utilizan a Córdoba con fines reivindicativos de no sé qué, la Capitalidad Cultural demuestra que esta ciudad representa lo contrario del extremismo y el fundamentalismo: la posibilidad de integración de culturas y diálogo intercultural. Esa forma de interpretar la convivencia y de apostar por la cultura como elemento para el diálogo es el punto más fuerte de la candidatura.

-En el proceso de evaluación del jurado, ¿tienen el mismo peso el proyecto escrito y la exposición oral?

-No lo sabemos. Mi opinión es que tiene mucha más importancia el dossier. Ahora bien, el dossier y la presentación deben ir unidos y debe hacerse una exposición que no desmerezca el buen trabajo que ya hemos hecho.

-Con una competencia tan grande y unas líneas generales que todas las aspirantes deben seguir, la importancia de los matices diferenciadores puede resultar fundamental...

-Sí, aquello que aporte a una candidatura un toque genuino frente a las otras. Y el cuidado de cada uno de los elementos que conforman la candidatura: la presentación del dossier, el diseño, la austeridad del proyecto... Un elemento cualitativo que juega a nuestro favor es que el proyecto haya sido elaborado desde Córdoba por gente de Córdoba, por supuesto con el apoyo de especialistas foráneos. No se lo hemos encargado a una empresa tirando de talonario como han hecho otras ciudades. Es fruto de una elaboración colectiva y una reflexión plural.

-En términos conceptuales, ¿cómo va a ser la exposición de Córdoba?

-La exposición de Córdoba no puede sino intentar reflejar lo más contundentemente posible los cuatro elementos fundamentales que conforman la candidatura: la interculturalidad, la participación (de ahí la presencia del presidente del Consejo Social y la presidenta del Consejo del Movimiento Ciudadano), la innovación creativa (que incide en la solvencia técnica del proyecto) y la sostenibilidad económica (que pone de manifiesto que no es un proyecto para 2016, sino de transformación de la ciudad desde 2002 hasta 2016 y que se mantendrá vivo en 2017). Y también es clave reflejar la unidad que hay en Córdoba en torno a la candidatura. Desde hace muchos años no hay un proyecto en la ciudad tan apoyado como éste.

-La fase más delicada de la presentación será la media hora de preguntas del jurado. ¿Qué operativo estratégico se ha preparado para hacer frente a este examen?

-La base ha sido estudiar muy bien el dossier. No sabemos cuáles serán las preguntas. Es como ir a unas oposiciones. Conocemos muy bien el dossier porque lo hemos hecho nosotros y responde a lo que Córdoba es y quiere ser, así que en este sentido estamos bien preparados. Se han hecho, evidentemente, anticipaciones de posibles preguntas, junto a la designación de los responsables que deben responderlas, si bien no sabemos si el jurado se dirigirá a miembros específicos. Puede haber preguntas generales para que responda el presidente de la delegación o la persona en la que él delegue o cuestiones específicas.

-Respecto a la delegación, hay quien echa en falta un perfil algo más técnico, la inclusión de personas más directamente vinculadas a la cultura.

-El problema es que sólo pueden ir diez personas, y nosotros pensamos que, si pasamos, hay otra presentación posterior en la que también nos jugaremos mucho. Será una presentación de otro tipo en la que podrán tener cabida otras personas. En este caso se trataba fundamentalmente de mostrar la unidad política e institucional, porque para pasar la primera fase es un factor decisivo, más que el proyecto en sí. Si seguimos adelante, en la siguiente fase habrá que contar con personas más adecuadas para explicar un programa cultural, gente más vinculada a la gestión y a la creación.

-¿Córdoba tiene la sensación de haber servido de modelo para otras candidaturas?

-Sin duda, quizá porque fuimos los primeros en iniciar el camino. Otras candidaturas han ido haciendo cosas parecidas a las nuestras. No es ningún mérito. Si otras hubieran empezado antes, posiblemente nosotros hubiéramos aprendido de ellas. Realmente hemos aprendido mucho de otras ciudades, sobre todo europeas. En todo este proceso ha sido muy importante la labor de investigación y estudio que hemos hecho: seminarios internacionales, conferencias, viajes (a Lille, Liverpool, Génova, Luxemburgo...). Todo esto nos ha servido para aprender.

-Si Córdoba pasa, tendrá nueve meses para completar y mejorar el proyecto . ¿Cómo será esta fase?

-Se trata sobre todo de concretar más lo que será el año 2016 y los previos. El proyecto de Córdoba ya es lo suficientemente amplio y riguroso y lo que hay que matizar es cómo será con más detalle el año de la Capitalidad, además de estar muy atentos a lo que el jurado diga, ya que entregará un informe a las ciudades que pasen indicando aquellos aspectos que deben tener en cuenta.

-Un refuerzo inmediato a la candidatura, si logra pasar la criba y Málaga no lo consigue, será el apoyo de la Junta de Andalucía...

-Sí, ahora no lo tiene del todo pero lo ha tenido. Es importante recordar que cuando el presidente Chaves vino a Córdoba a apoyar la candidatura dijo que su apuesta por este proyecto consistiría en la creación de un centro de arte contemporáneo, y eso lo ha mantenido y ahí está. Un proyecto que soluciona una de las grandes carencias que tenía Córdoba. La sede de Medina Azahara es otro activo importante. Desde luego, a partir de ahora la apuesta debería ser mucho mayor.