Entre la belleza y la pedagogía

Política, amor, ambición, muerte. Elementos que conforman la vida y que están presentes en las grandes obras de la historia del teatro, con los trágicos griegos y Shakespeare a la cabeza. En Belalcázar, estos ingredientes también son los protagonistas de una propuesta escénica puesta en marcha en 2006 y que este año celebra su segunda edición. El Patio de la Huerta del Convento de Santa Clara de la localidad acogió ayer con lleno absoluto el estreno de El halcón y la flecha, una obra que, dirigida por Javier Ossorio, pone en contacto a los habitantes de este municipio con sus antepasados medievales a través de una fusión de historias a las que el dramaturgo Francisco Benítez dio forma literaria hace nueve años. La obra cumplirá tres funciones más desde hoy hasta el sábado y todas las entradas están vendidas.

Más de 140 personas, la mayoría nacidas en la localidad, participan en la puesta en escena de esta obra ambientada en el siglo XV (entre 1432 y 1483), dividida en tres partes y centrada en los linajes de los Sotomayor y los Zúñiga. Los asistentes ayer al estreno comprobaron las novedades y mejoras que el montaje ha incorporado en esta segunda edición, entre ellas la banda sonora, una puesta en escena más trabajada y, en comparación con la primera edición, un planteamiento más acusadamente teatral. La iluminación, el vestuario y la creación de un clima adecuado para la representación de las historias (a lo que contribuye sin duda el marco del espectáculo) son otros aspectos destacables de una obra de la que también cabe subrayar su componente pedagógico. Y, por supuesto, el enorme mérito que supone para estos actores no profesionales desarrollar los papeles.

El innoble acceso al poder de Gutierre de Sotomayor, la relación entre el ambicioso Alonso de Sotomayor y Elvira de Zúñiga y la de ésta con su hijo, Juan de Sotomayor, son los ejes de una obra que se adentra en otras circunstancias históricas en torno al pasado medieval del municipio.

Fue una noche importante para Belalcázar por lo mucho que esta segunda edición supone para El halcón y la columna en términos de consolidación. Y es que esta obra, que a buen seguro seguirá creciendo con el paso de las ediciones, es ya un referente en la agenda cultural de la provincia.