Arte, comunidad y transformación cultural: el C3A se alía con Córdoba

Cuando el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía se inauguró en diciembre de 2016 al otro lado del río, Córdoba se preguntaba para qué serviría ese edificio singular que nacía como espacio de experimentación en Miraflores. Con un ADN creativo, pero más considerado como enclave expositivo, el C3A ha ido avanzando con muestras propias y residencias artísticas, un convenio de tres años con la Fundación Thyssen, y ahora está desarrollando una nueva etapa en la que sigue creciendo en lo artístico, pero en la que además se está volcando en establecer nuevos vínculos con el entorno, integrarse más en una ciudad para la que, hasta hace no mucho, ha sido un gran desconocido.

En esa estrategia de ampliar su horizonte, el C3A está desplegando una batería de actividades y propuestas variadas y para todos los públicos, al tiempo que tiende puentes con instituciones y asociaciones de la ciudad, con un punto de partida que no puede ser otro: el arte. "Nuestro compromiso es seguir fortaleciendo un ecosistema creativo en Córdoba que no solo alimente la escena cultural local, sino que inspire un modelo de ciudad más inclusiva, reflexiva y abierta al futuro. El arte es, y debe ser, un agente transformador en ese camino", explica la directora del centro (y del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo), Jimena Blázquez.

Ahí se enmarca la incorporación de artistas andaluces y cordobeses a las exposiciones, como las de Cristina Mejías y Christian Lagata, en la línea de visibilizar trayectorias emergentes en el contexto andaluz, o la colaboración entre la diseñadora cordobesa Paloma Povedano y la artista argentina Cecilia Bengolea. En esta última exposición, que se inaugurará próximamente, también ha colaborado la Escuela de Arte Dionisio Ortiz de Córdoba. Y en la reciente De ida y vuelta de Alegría y Piñero, ha participado el colectivo Ojo Pértico del Centro Ocupacional de Puebla de Cazalla (Sevilla), conformado por personas con discapacidad intelectual, un ejemplo de la dimensión social del arte contemporáneo que el C3A busca resaltar en sus salas. En este 2025 también ha arrancado el programa Plaza Pública, una plataforma para la participación ciudadana a través de grandes instalaciones en diálogo con la arquitectura y el paisaje urbano, que próximamente albergará a Kapwani Kiwanga y Haegue Yang, entre otros.

En la programación del centro también tienen cabida otras propuestas planteadas "desde la participación, la escucha activa y la accesibilidad. Apostamos por prácticas artísticas que impulsen el pensamiento crítico, que cuestionen, que emocionen, y que, sobre todo, abran nuevas formas de relación entre el arte y la ciudadanía", explica Blázquez. Durante este verano, el centro ha recuperado el ciclo de cine con la Filmoteca de Andalucía, centrándose en esta edición en explorar el proceso de creación artística desde la intimidad del estudio y abordando las prácticas de artistas contemporáneos. Otra novedad de la temporada ha sido el ciclo Pensamiento Sur(b)terráneo, comisariado por Pedro G. Romero y BNV Producciones y que recorre distintas provincias andaluzas, recaló en febrero en Córdoba para abordar la noción de lo popular desde el Sur como territorio crítico.

La renovada Caja Negra se ha consolidado en este tiempo como un espacio para las propuestas más innovadoras. El proyecto Exploratorio, en el que está implicado el Conservatorio Superior de Musica Rafael Orozco, ha presentado propuestas de creación sonora y experimentación escénica, acercando al público nuevas formas de expresión contemporánea. La colaboración con el centro coreográfico La Normal, dirigido por Antonio Ruz, ha llevado hasta su escenario las obras Zero y Pulse, además de incluir el C3A en su programación del Día Internacional de la Danza. Y este espacio también acogió la presentación de la sinfonía Floating in the Air, Peace in Our Hands, del músico cordobés Fernando Vacas.

Campo de la Verdad

La conexión con el entorno incluye también a colectivos que no están directamente relacionados con lo artístico. La estrategia del C3A pasa por un modelo de colaboración horizontal, en el que "estamos tejiendo redes con colectivos, asociaciones de barrio, centros educativos y otras instituciones culturales para que el arte no solo se contemple, sino que se comparta y se experimente en comunidad". Ahí destaca una de las apuestas del centro para los próximos meses, el proyecto Campo de la Verdad, con el que se pretende conectar el C3A con su vecindario mediante encuentros con los residentes en la zona, acciones de mediación cultural y escucha activa. La finalidad de esta propuesta es incorporar al barrio un espacio de experimentación compartida, en el que el centro funcione como catalizador de la participación ciudadana a través del arte contemporáneo.

Los vínculos creados con el C3A también abarcan instituciones educativas como las universidades de Córdoba y Loyola, el Instituto Andaluz de la Juventud o la Confederación de Empresarios de Córdoba. El Ayuntamiento y el Cabildo Catedralicio también están en la lista de instituciones con la que se han establecido alianzas a nivel local; en el exterior, hay conexión con el Museo Tamayo (Ciudad de México), el Museo Serralves (Oporto) y el Museo Reina Sofía (Madrid).

Residencias

El hecho diferencial del Centro de Creación Contemporánea, sus residencias artísticas, avanza también con fuerza en este 2025. Antes de final de año, los artistas residentes abrirán sus estudios al público para mostrar su proceso creativo. Y a partir del año que viene comenzará una colaboración con la Subdirección General de Artes Visuales y Creación Contemporánea del Ministerio de Cultura, por la que acogerá a residentes becados por el Gobierno.

"Creemos en la fuerza de lo local como punto de partida para mirar al mundo. Córdoba tiene un potencial creativo inmenso, y desde aquí queremos proyectar ese talento hacia lo internacional, generando intercambios y visibilizando nuevas narrativas contemporáneas que conecten nuestra ciudad con otras geografías", concluye Jimena Blázquez.