Vallejo, cantaor en reivindicación

Este año se celebra el cincuentenario de la muerte de quien fuera segunda Llave de Oro del Cante, el sevillano Manuel Vallejo, un artista denostado por la flamencología gitanista

Manuel Vallejo muestra su Llave de Oro del Cante.
Manuel Vallejo muestra su Llave de Oro del Cante.
Francisco Martínez

20 de octubre 2010 - 05:00

Este año está siendo completo en cuanto a efemérides de notables artistas, como es el caso de Manuel Vallejo, de quien se cumple el cincuenta aniversario de su muerte. Manuel Jiménez Martínez de Pinillo (1891-1960) es uno de los cantaores que continúa manteniendo numerosos seguidores y a la par reivindicadores de su cante. Se trata de un artista que habiendo sido clave en la época que le tocó vivir no ha gozado en nuestro tiempo del reconocimiento que en cambio sí han tenido otros cantaores históricos con menos trascendencia artística.

El revisionismo que de la historia del flamenco realizaron Antonio Mairena y el poeta metido a flamencólogo Ricardo Molina y reflejado en el libro Mundo y Formas del Cante Flamenco, sentenció al ostracismo a un buen número de cantaores que no cumplían los postulados estéticos que promocionaban. Cantaores no gitanos fueron devaluados como el caso del propio Antonio Chacón, y qué decir de Cayetano Muriel o Manuel Vallejo, entre otros. Pero incluso intérpretes gitanos de valía artística y creativa, como el Cojo de Málaga, fueron arrinconados por no entrar en la inercia de repertorio y sonido -timbre de voz- que el neoclasicismo mairenista auspiciaba. Una amplia nómina de cantaores de finales del siglo XIX y principios del XX, algunos de ellos maestros y claves en la configuración de cantes y estilos, fueron infravalorados.

Por fortuna, el estudio del flamenco entró hace años en una nueva dinámica y exigencia musical e intelectual que está permitiendo redescubrir a estos artistas eclipsados. Gracias a las ediciones discográficas podemos escuchar y contextualizar cantaores y cantes de todas las épocas conocidas en el flamenco desde finales del XIX. Entre las grabaciones más interesantes que podemos escuchar están las de Manuel Vallejo, de quien se conocen prácticamente la totalidad de los cantes que registró.

Escuchándolo se hace aún más grave la injusticia cometida con este artista sevillano, relegado al ostracismo con argumentos tan irrisorios como que su voz era muy atiplada y no la adecuada para cantar flamenco. Ante el indiscutible dominio del compás que poseía Vallejo, la manera que la flamencología gitanista de Mairena tuvo para menoscabarle fue haciendo alusión a su condición de no gitano.

Ante este tipo de peregrinas argumentaciones ya se sabe. La realidad es que a los cincuenta años de su muerte Manuel Vallejo aún necesita ser reivindicado, aunque hay que señalar que son bastantes los aficionados, críticos y flamencólogos que están en esa labor que parece que nunca acaba cerrarse del todo.

En Sevilla este año se han celebrado conferencias y jornadas en su memoria, pero poco más. No hay que olvidar que bastantes de los cantes realizados por quien fuera segunda Llave de Oro del Cante han sido y son referencia obligada.

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