Tom Ford invoca en su primera película el amor universal
Colin Firth interpreta a un homosexual en el filme del diseñador, 'A single man'
El diseñador Tom Ford se ha pasado al cine y su debut como director, A single man, protagonizado por Colin Firth, tuvo ayer una gran recepción en la Mostra de Venecia, donde compite por el León de Oro con una historia sobre la homosexualidad y sobre "el amor universal". A single man, basada en un libro de Christopher Isherwood, cuenta la historia de un profesor (Colin Firth) en la California de 1962 que pierde a su pareja (Matthew Goode) en un accidente. Su duelo y sus deseos de morir contados en un día de su vida.
Un filme que fue recibido con aplausos en el pase y con una mayor ovación al comienzo de la rueda de prensa de presentación, donde un gran parte de las preguntas fueron sobre la temática gay y las intenciones del director de dar voz a este colectivo.
Algo que negó reiteradamente Ford, quien hizo hincapié en que la historia no es sobre ser o no ser gay, sino "sobre un hombre que ha perdido el amor" y "sobre personajes humanos", independientemente de su condición sexual.
"Es un poema sobre un hombre que cree que está en el último día de su vida", agregó el realizador sobre su película, en la que tiene un personaje episódico el modelo español Jon Kortajarena.
Por su parte, Firth destacó el "privilegio" que supuso para él interpretar un papel que sabía que era "tan personal" para el director, lo que hizo que también se convirtiera en algo muy personal para él.
Una historia que se desarrolla en un solo día de la vida de George (Firth), en el momento en el que planea sobre él una clara intención de suicidio.
Con una estética muy cuidada y un desarrollo a base de flashbacks, Ford demuestra sensibilidad para tratar el dolor pero al mismo tiempo adolece del exceso típico de las óperas primas.
Un abuso de los primeros planos, de los movimientos de cámara y de los juegos con el enfoque ralentiza una historia de por sí pausada y en la que lo mejor es sin duda la interpretación de Firth.
Destaca también la fotografía, del español Eduard Grau, al que Ford define como un "enorme talento de 28 años", que ha realizado un "brillante trabajo" que ha dado al filme el tono justo de color en función de cada personaje.
También hubo tiempo para las bromas durante la rueda de prensa, sobre todo por parte Firth, que aseguró que el mayor desafío de su trabajo en esta película fue "ser homosexual y tener que besar a Julianne Moore".
El glamouroso Festival de Cine de Venecia también acoge en su competición oficial a los don nadies, al menos eso es lo que se puede leer en el título de Mr Nobody, una complicada historia de decisiones vitales con toques de ciencia ficción del cineasta belga Jaco Van Dormael.
El autor de The Eighth Day exhibe en Venecia una película protagonizada por el estadounidense Jared Leto, la alemana Diane Kruger y la canadiense Sarah Polley, en la que la ciencia ficción se mezcla con la realidad y los sentimientos para ofrecer una historia en varios planos que mantiene en vilo al espectador pero puede hacerle perder el hilo.
La diversidad que ha caracterizado la competición de la 66ª edición de la Mostra de Venecia hace difícil prever a quién irá a parar hoy el León de Oro, aunque las apuestas están en Todd Solondz, Michael Moore y Fatih Akin.
En una encuesta que publicó ayer la revista del festival aparece en cabeza Life during wartime, el ácido retrato de la sociedad estadounidense con el que Solondz ha continuado la historia de su exitosa Happiness. Le siguen el documental de Moore, en su más puro estilo provocador, Capitalism: A Love Story; la comedia Soul Kitchen, de Fatih Akin, y la israelí Lebanon, de Samuel Maoz, ambientada en la primera guerra del Líbano
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