San Nicolás finaliza su restauración tras una inversión de 600.000 euros

Un equipo de arquitectos, aparejadores y restauradores ha mejorado el sistema eléctrico, el retablo y el artesonado · El próximo domingo el templo reabre sus puertas para volver a celebrar el culto

Ángela Alba / Córdoba

01 de febrero 2008 - 05:00

La parroquia de San Nicolás de la Villa, templo fernandino del siglo XIII, abrirá de nuevo sus puertas a los fieles el próximo domingo después de su restauración. Así lo anunciaron ayer el párroco de la misma, Antonio Evans, y el vicario episcopal de Economía, Fundaciones y Patrimonio, Fernando Cruz-Conde, quien aclaró que "ésta es una obra que no ha financiado la Diócesis de sus fondos, sino que la ha emprendido la parroquia con el dinero de sus fieles".

La reforma principal y más necesaria ha sido la del artesonado o bóveda, aunque también es importante la limpieza del retablo y la mejora del sistema eléctrico. "El templo luce esplendorosamente" después de su reforma, afirmó el vicario.

La cantidad invertida en la restauración asciende a 600.000 euros, dinero aportado en su totalidad por los fieles, como explicó Evans. "Hemos tenido una respuesta preciosa de toda la feligresía", añadió el párroco.

Desde el 2 de octubre de 2006 el templo ha permanecido cerrado por su reforma y la celebración de los cultos se había trasladado a la Ermita de la Alegría.

El mal estado del edificio fue descubierto por Felipe Romero, arquitecto encargado de la obra, cuando al regresar de comprobar los trabajos de restauración que estaba llevando a cabo en aquel momento en la Ermita de la Alegría, pasó por San Nicolás y vio que sus muros estaban agrietados. Al día siguiente lo comunicó en la parroquia y evaluó que "era más problemático de lo que parecía". En el recuento hallaron un caballete roto (parte más elevada del tejado) y un fuerte pandeo (flexión de una viga) en la nave central. Además había otro problema: la cubierta tenía cerchas de madera (elementos que se usan para sujetar los arcos) que se habían partido y el artesonado estaba colgado de esas cerchas, por lo que éstas soportaban un gran peso. La solución ha sido poner unos pórticos nuevos que sujetan las cerchas y para ello ha habido que desmontar y volver a montar el artesonado. Este proceso fue explicado por Romero, que aclaró que otra de las cuestiones ha sido la limpieza del retablo y dar más luz a la iglesia.

"La restauración se ha hecho, parece que no se ha hecho nada y se ha hecho mucho, que es de lo que se trata, para que todo esté acorde con el templo", concluyó Romero. El trabajo del equipo de restauración ha sido "totalmente gratuito" ya que sus miembros forman parte de la comunidad parroquial, explicó Evans.

Por otra parte, Rosa Cabello, restauradora, aseguró que "es difícil resumir el trabajo que se ha hecho" en el templo. Durante más de un año, Cabello y un equipo de cinco personas han restaurado retablo y artesonado.

En este tiempo han tenido que hacer frente a problemas de estructura, de falta de consolidación y de piezas oxidadas, perdidas y desplazadas. "Quizás lo más llamativo haya sido el trabajo de limpieza del retablo porque es lo que más se ve", aseguró Cabello.

La restauración de este elemento ha supuesto una "experiencia gratificante" porque se ha limpiado en profundidad, eliminando incluso trozos de barnices oxidados que se habían mezclado con polvo. "Creo que ha valido la pena", concluyó.

El vicario subrayó que "la fe es la que ha producido toda esta belleza, este arte". Y añadió que el 90 por ciento del patrimonio cultural ha sido puesto en pie por la fe de la Iglesia, "para el disfrute de creyentes y no creyentes".

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