El público de Córdoba agotó las localidades del Gran Teatro para ver Sonata de otoño, de Ingmar Bergman, considerado uno de los maestros más influyentes del cine y el teatro actuales. El reencuentro familiar entre una madre que ha dedicado toda su vida a sí misma, escapando de sus responsabilidades familiares, y una hija que hizo todo el esfuerzo por ganarse el cariño y la atención de su madre. Un pastor luterano, marido de ésta, y otra hija con minusvalía cierran el grupo que da la bienvenida a una mujer huidiza a todo problema que pueda llevarla al sentimentalismo.
El reencuentro posibilita sacar del baúl historias que dejaron huella imborrable en el corazón y la mente de madre e hija. Sucesos que marcan el paso del amor al odio, de la admiración al desprecio. Entonces la ternura desaparece y comienzan la crueldad y el desengaño. Un duelo entre personas que buscan expulsar los demonios del pasado para que al final puedan purificar sus almas y volver a empezar una nueva existencia.
La escena apuesta por el juego de luces y sombras. Estas definen lugares que se alternan y en ocasiones comparten al mismo tiempo, rompiendo barreras espaciales y temporales. Lugares que invitan a la confesión de los personajes. Marisa Paredes y Nuria Gallardo, que representan los papeles de madre e hija respectivamente, libran un pulso interpretativo de alto nivel y mantienen al espectador por momentos en el denso dramatismo que requiere la obra. Chema Muñoz y Pilar Gil realizan el trabajo necesario para reforzarla. La hábil mano de José Carlos Plaza, a cargo de la dirección, está presente.
Ingmar Bergman dejó este mundo un día de julio de 2007. En él, vida y obra están a menudo unidas. Nacido en el seno de una familia religiosa, su infancia y juventud estuvo marcada por la disciplina y el castigo, algo que dejará huella en cada trabajo que realizó. Supongo que esta producción es un homenaje a su forma de entender las relaciones humanas y la lucha por liberarse de las heridas que marcan la existencia. Heridas que ocurren hasta en las mejores familias.
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