Raphael vuelve al Teatro de la Axerquía para demostrar que sigue Loco por cantar. El artista ofrecerá esta noche (22:00) un concierto en Córdoba (ciudad en la que ha actuado en varias ocasiones en los últimos años) incluido en su nueva gira, con la que celebra casi seis décadas de actividad prácticamente ininterrumpida a sus espaldas. El cantante andaluz ha superado modas de todo tipo pero también una grave enfermedad hepática. Detalles como este y como su singular forma de vocalizar e interpretar sus temas (principalmente, baladas) han conformado un personaje cuya influencia se extiende sobre numerosas generaciones de artistas. Esta noche, los temas incluidos en su álbum Infinitos bailes, compuestos por algunos de los artistas más destacados de la industria, serán el eje de un show renovado en el que no faltarán sus grandes éxitos para corresponder a sus fans.

Elegante y seductor sobre las tablas, con ademanes chulescos al más puro estilo Raphael, el artista sabe dar a su público lo mejor de él en cada momento. "No se preocupen si echan de menos algún tema, que yo sé lo que tengo que cantar", dijo en un reciente concierto en Sevilla, antes de que los primeros acordes de Mi gran noche despertaran la locura del público. Raphael mantiene su característica gestualidad, acompañada por bailes sobre el escenario y movimientos de cadera.

"Hay que estar reinventándose siempre y haciendo cosas nuevas; no se puede vivir del pasado. Hay que dar una de cal y otra de arena, enseñar tus trabajos nuevos pero también lo que más gusta. Hay que recompensar al público con esas canciones que son las joyas de la corona de mi carrera", señaló en una reciente entrevista con el Grupo Joly, en la que afirmó que no piensa cortarse la coleta.